El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, mantiene para hoy la reunión que convocó de forma unilateral a cuatro bandas, citando a la Consejería de Fomento, a la Diputación y al Consorcio de Transportes Metropolitano, con la idea de salir del atolladero en el que se encuentra el tranvía por la imposibilidad económica de ponerlo en marcha. La reunión no se ha cancelado a pesar de que los interlocutores no acudirán, en principio parece que por una cuestión de formas. A poco que se conozca al alcalde de Jaén se puede intuir que a las nueve y media de la mañana, él comparecerá con sus colaboradores en un escenario preparado y hará pública su sentencia. Lleva mucho tiempo enviando mensajes, sobre todo a la Junta, promotora del tranvía, y amenazando con entregar las llaves, que mucho nos tememos que es lo que puede anunciar en esta jornada clave para el polémico sistema tranviario. La reunión era un buen paso, en este asunto muchas dificultades se podrían haber orillado con diálogo, aunque es cierto que ha podido frenar la manera de efectuar la convocatoria, que bajo el punto de vista del protocolo es discutible. En cambio por lo que se refiere al fondo de la cuestión sí pensamos que la Junta está obligada a dar la cara y no mirar hacia otro lado para responder a los problemas serios que están dando los tranvías, en especial su rentabilidad económica. Pero entregar las llaves sería aumentar este despropósito en el que todas las partes han perdido los papeles y contribuir al lamentable espectáculo que ofrecen Ayuntamiento y Junta, que deberían estar condenados a entenderse.
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