La tiranía vencedora de Serena Williams, extendida a 34 victorias consecutivas en el circuito WTA, ha concluido este lunes en los octavos de final de Wimbledon, tercer 'Grand Slam' de la temporada, al sucumbir en tres sets frente a la alemana Sabine Lisicki (6-2, 1-6, 6-4), vigésimo tercera cabeza de serie.
Han sido tres meses y medio de dominio absoluto de la menor de las hermana Williams, desde que no compareció en Dubai ante Marion Bartoli por un problema de espalda. A partir de aquel día, la número uno mundial levantó sucesivamente las coronas de Miami, Charleston, Madrid, Roma y Roland Garros, donde se adjudicó el decimosexto 'grande' de su carrera.
Quíntuple ganadora en el All England Tennis Club, la estadounidense soñaba con prolongar la racha y revalidar su corona en Londres, avalando de nuevo su candidatura con contundentes victorias ante Mandy Minella, Caroline Garcia y Kimiko Date-Krumm, en las que cedió un 11 juegos entre los tres partidos.
Sin embargo, el periplo triunfal se truncó este lunes ante Lisicki, a la que había arrollado en sus dos duelos precedentes en el circuito. La alemana, semifinalista en 2011, sorprendió en el primer set encadenando cuatro juegos tras el 2-2 inicial, gracias a un juego agresivo que le permitió sumar 35 golpes ganadores a lo largo del partido, diez más que su adversaria.
La número uno mundial reaccionó conquistando el segundo set de forma fulminante en apenas 27 minutos y su remontada parecía encarrilada con el 3-0 que se apuntó al inicio del tercero. Sin embargo, Lisicki resistió hasta equilibrar el marcador (4-4) y sumar después un 'break' en el momento decisivo. Pese al último intento de Serena, la germana aguantó y culminó la sorpresa.
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