La tribuna de Viva Sevilla

La LOMCE no es una ley más

La LOMCE se aplicará de forma exprés en el curso 2014-2015, en contra de toda la comunidad escolar, la sociedad y el resto de partidos políticos. El mundo que dejemos a nuestras hijas e hijos dependerá de las hijas e hijos que dejemos a nuestro mundo.

El compromiso con la educación surge de nuestra esperanza en una vida mejor. La LOMCE no es una ley más, significa la ruptura de la idea de igualdad, de nuestra esperanza en una vida mejor, que se concreta en dos aspectos básicos, entre otros:
* La renuncia a que todo el alumnado reciba una educación completa hasta los 16 años, reduciendo su formación a las materias instrumentales, y encauzándole prematuramente a itinerarios educativos de desigual valor.
* La diferenciación de los centros, con especializaciones, evaluaciones públicas, privatizaciones y elección por parte de las familias, que conducirá a reforzar los patrones de desigualdad social, como han mostrado investigaciones recientes en Inglaterra.
Una educación, además, donde se rechazan los valores cívicos y sociales propios de una sociedad democrática, que se concretan en asignaturas como “Educación para la ciudadanía”, mientras se defiende la sumisión, bajo creencias religiosas y con un modelo educativo, competitivo e individualista que interesa a la ideología del capitalismo financiero.
¿Cuál sería entonces el modelo, para salvaguardar a la educación de esta crisis de desigualdad? Se nos ocurren cinco propuestas para mejorar la sociedad en contra del modelo educativo de la LOMCE:
1) El límite de lo privado es el interés público, no el interés del público; éste es el principio básico de las sociedades democráticas, la protección de los derechos de la ciudadanía. La pluralidad, la convivencia y la igualdad forman parte de la mejora de la sociedad, por encima del interés individual de las familias en una educación selectiva para sus hijos e hijas. Con esto rechazamos cualquier selección, distinción o jerarquización de la escuela pública.
2) La base de la conducta humana no está en el afán de lucro, sino en la cooperación y en el cuidado. Con la educación tenemos capacidad de poner límites a la desigualdad que crea la desmesura de la sociedad capitalista. Si no replanteamos el elitismo y la selección como parte de la educación  estaremos educando en la ignominia y en la aniquilación de los valores morales y sociales que sustentan la propia vida.
3) Hay que poner freno a los medios de comunicación que alimentan un modelo social de consumo y superficialidad, respondiendo a los intereses del capitalismo financiero. Las cadenas de televisión, la prensa, los videojuegos... no pueden alimentar el interés del público, para hacer más caja, en contra del interés público. Formar a ciudadanos y ciudadanas en los que crece la libertad de pensar y de ser ante la imposición de los intereses espurios del mercado.
4) La educación no puede consistir en formar a personas competitivas y eficaces para el mundo del trabajo. Debe tratar de transmitir un conocimiento con sentido que nos haga conscientes ante el mundo y capaces de transformar la sociedad. El saber para el empleo es cada vez más especializado, tecnológico e instrumental y solo pretende mejorar el sistema productivo. Significa defender el pensamiento y la creatividad frente a la preparación de personas sumisas. La LOMCE con la reducción de asignaturas y las evaluaciones nacionales ofrece unos saberes mediocres para una sociedad de ignorantes que no tienen capacidad de transformar las estructuras sino solo reproducirlas.
5) La defensa del mérito y el talento rompen la igualdad y conducen a la distinción. Clasifican desde temprana edad al alumnado para que responda al lugar que le corresponde en la escala social. No podemos aceptar el discurso de que los rendimientos escolares dependen del esfuerzo y del talento y que las familias que se preocupan especialmente de la educación de sus hijos e hijas tienen derecho a tener mejores condiciones, profesorado y escuelas. No podemos romper la esperanza en el cambio social y en la evitabilidad de la reproducción social.
La LOMCE se aplicará de forma exprés en el curso 2014-2015, en contra de toda la comunidad escolar, la sociedad y el resto de partidos políticos. El mundo que dejemos a nuestras hijas e hijos dependerá de las hijas e hijos que dejemos a nuestro mundo, de ahí nuestro compromiso con la educación y con la esperanza en una vida mejor.

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