Su objetivo es promover financiación pública destinada a la creación, consolidación y expansión de ideas empresariales innovadoras que tengan viabilidad económica, financiera y tecnológica para que esas ideas puedan materializarse en negocios.
La actividad inversora de Invercaria va dirigida a proyectos empresariales en su etapa inicial, con capital semilla y de arranque. La sociedad centra en ellos sus esfuerzos inversores porque el capital riesgo privado apenas lo hace y con vistas al futuro: generar compañías que pueden convertirse en empresas sólidas. Pero además, Invercaria también apoya e invierte en empresas con oportunidades de crecimiento y consolidación.
Esta sociedad, participada 100% por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), tiene distintos instrumentos para ajustarse a las necesidades de cada proyecto y así, participar en iniciativas de diversos ámbitos y sectores. Por ejemplo, hay proyectos y empresas en las que se participa a través de los Fondos Propios; a través del programa Campus se financia a spin off: empresas de base tecnológica que nacen en el seno de grupos de investigación de las universidades. Con el programa Melkart se apoya a iniciativas culturales y tecnológicas; o con el proyecto Gaya se invierte en la puesta en marcha de empresas sociales.
Los instrumentos que pone Invercaria a disposición del sector empresarial andaluz son: la promoción y participación en fondos y sociedades de Capital Riesgo; la participación directa en el capital de empresas pero nunca con ánimo de control sino como socio, de manera temporal, hasta que la empresa vea cumplidos sus objetivos; préstamos participativos con una remuneración variable en función de los resultados empresariales; instrumentos para mejorar el acceso al crédito bancario y asesoramiento permanente a la gestión en los diferentes aspectos del negocio, especialmente en los financieros, poniendo a disposición de las empresas recursos y experiencia empresarial.
Ejemplos de internacionalización
En esta ocasión nos hemos centrado en dos proyectos de ámbitos empresariales diferentes pero en los que ha sido fundamental el apoyo del capital riesgo de Invercaria, como son Faasa y HT Masterbaches, a las cuales las ventajas financieras ofrecidas por estos créditos participados les ha permitido enfocar buena parte de su futuro empresarial hacia la internacionalización.
Quizás les suene el Grupo Faasa porque lleva vinculado desde los años 60 a la aviación civil y, desde que se pusiera en marcha el Plan Infoca en Andalucía, proporcionan el 80% de los medios aéreos -helicópteros y avionetas- al dispositivo de extinción de incendios de nuestra Comunidad autónoma.
Su director de Comunicación, Miguel Ángel Tamarit, nos confirma la importancia que tuvo la concesión del préstamo participado por parte de Invercaria para su proyecto de internacionalización de sus operaciones de servicios aéreos al contar con un periodo de dos años de carencia sin una subida de costes, algo esencial en los inicios.
Con presencia en 34 provincias españolas y con una amplia cobertura a los servicios de extinción de incendios de Andalucía, las dos Castillas y La Rioja, los responsables de la empresa cordobesa Faasa quisieron dar el salto a Latinoamérica e implantar sus servicios en Chile, un país que, según reconoce Tamarit, está más sensibilizado con la prevención y extinción de incendios “pues son los que más lo padecen”.
De hecho, desde su implantación en Chile, no sólo ofrecen sus servicios aéreos, sino que su colaboración tanto con el ámbito público como con el privado, les ha permitido desarrollar sus propias instalaciones para el mantenimiento de aeronaves, la segunda de sus líneas de trabajo, mientras se abre la posibilidad de desarrollar su tercer ámbito de actuación, como es la formación aeronáutica.
En el caso de la gaditana HT Masterbaches, una empresa de base tecnológica (EBT), el crédito participado de Invercaria les permitió fundar la primera compañía en España (y la quinta en el mundo) que produce una combinación de aditivos a partir del poliprolipeno que se oferta al cliente según su producto. La empresa se encarga de averiguar qué aditivo, qué dosis y qué efectos cinegéticos tendrán en el producto que pretenda envasar el cliente, de forma que se les aconseja cuáles serían las mejores condiciones para conservar, trasportar o manipular su producto final, consiguiendo unos altísimos niveles de calidad.
La proyección de la empresa, según su promotor Manuel Reyes, ha permitido que en la primera fase ya se hayan desarrollado los mercados, además del español, italiano y alemán, mientras se extienden por Egipto y Turquía. Su facturación inicial aún no es muy alta, pero su objetivo es llegar en este año 2009 hasta los tres millones de euros, de los que el 5% se destinará a la investigación y desarrollo (el departamento cuenta en la actualidad con tres personas).
Reyes reconoce que “al ser un producto tan técnico y tan sofisticado, la introducción en el mercado es muy lenta”, por lo que no se puede hablar a largo plazo, aunque su objetivo final es que el 95% de su producción final se destine al extranjero, especialmente a Asia, mientras destaca que en la actualidad su capacidad de facturación alcanza los tres millones de euros.
Retrasar la maduración
Especialmente agradecido está Juan Luis Pedro por el apoyo, no sólo financiero, sino también de asesoramiento, recibido por Invercaria. Su empresa, Keepfresh, parte de una patente registrada en 2003 de unas láminas de papel absorbente del etileno -una hormona responsable de la maduración de los vegetales- que retrasa el envejecimiento de frutas y hortalizas. Desde aquellas fechas, reconoce Pedro, “estuvimos luchando” hasta que se pusieron en contacto con Invercaria que, además del apoyo financiero, les ofrecieron sus técnicos “que no se los puede permitir cualquier empresa”.
A partir de ahí, Keepfresh produce al día 12.000 hojas del “absorbedor de etileno”, envasa y distribuye su patente a lo largo de todo el año, de campaña en campaña, tanto a cooperativas como a sociedades anónimas, aunque la segunda pata de su producción se destina al consumo casero, de forma que no tengamos que tirar esos “pimientos que se nos quedan arrugados” porque estas láminas los mantienen frescos.
En la actualidad, han conseguido cinco franquicias en Chile y piensan extender su producto por toda Latinoamérica, mientras que el objetivo en España es cubrir entre el 6 y el 7% de la producción hortofrutícola del país, ya que la planta está preparada para producir un millón de hojas al día, una estimación “coherente” con la agroindustria española, reconoce Pedro.
Mientras, en los inicios de su proyecto se encuentra Serhoca, una empresa jiennense perteneciente al Grupo La Toja que en mayo tiene previsto comenzar a producir en su planta platos preparados, con una alta calidad alimentaria controlada por un laboratorio específico, para servir tanto a comedores como a distribuidores.
Según su promotora, Cristina Rodríguez, la diversificación que ha emprendido su grupo encontró en los platos preparados un nuevo mercado para seguir creciendo, destacando en su futura producción los menús destinados a colectivos muy específicos, como los diabéticos, celíacos o alérgicos.
44,9 millones de euros invertidos en 187 proyectos desde su creación en el año 2005
Desde su constitución en 2005, Invercaria ha realizado operaciones por valor de 44,9 millones de euros en un total de 187 proyectos que han generado un total de 1.782 empleos. El elevado número de operaciones sitúa a Invercaria como líder nacional entre las empresas de capital riesgo pequeñas.
Sevilla es la provincia más activa, con 57 iniciativas empresariales, y con mayor inversión: 17,6 millones de euros. En Málaga se han apoyado a 43 proyectos con una inversión por valor de 7,35 millones de euros. En la provincia de Cádiz: 17 proyectos por un valor superior a los 2,8 millones de euros.
En número de proyectos, los Campus son los más numerosos: 77 de los 184. Le siguen 44 proyectos de Fondos Propios, y 39 de Melkart.
Un importante grueso de los proyectos en los que participa Invercaria pertenecen a sectores TIC, ingenierías, biotecnologías e industriales.
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