La suave brisa en que se convierten las notas musicales que Chambao lanza al aire en sus conciertos refrescó la noche sevillana, el pasado sábado, cuando La Mari y su banda aparecieron en el escenario de la Sala Custom. Cartel de no hay billetes colgado en la entrada, larga cola en los aledaños para acceder a un espacio que, una vez más, demostró que si se apuesta por la calidad, es posible hacer rentable una programación de conciertos, pese a la crisis.
La malagueña palabra chambao se utiliza para referirse a un espacio hecho con sencillez, con un techo de hojas de palmeras o cañas y palos de madera que se levanta como refugio o cobijo. Sonido de olas, mansa arena, amigos y música, el chambao no es sólo un efímero espacio levantado de cara al mar, sino más bien un lugar donde prima el regocijo sencillo por la vida. La música de esta banda es un chambao que traspasa fronteras y que se ha convertido, con el paso de los años, en un nuevo estilo musical, bautizado con el nombre de Flamenco Chill.
En cuanto sonaron las primeras notas y La Mari apareció en el escenario ya se respiraba tranquilidad, buen ambiente y ganas de escuchar y disfrutar de esta música que no entiende de edades, ideologías ni segmentos de población. Su público va desde jovencitas y jovencitos, que tararean todas sus canciones, a gente que hace tiempo que cumplió los cuarenta, pero que rejuvenecen al meterse de lleno en las actuaciones de esta original banda.
La formación visitó Sevilla metida de lleno en su gira nacional que, después de una parada en Ciudad Real, los trajo a Sevilla, dando paso a sus próximos conciertos, en la piel de toro, que se desarrollarán este mismo mes de abril en Valencia, Zaragoza y Madrid, para, ya en mayo,proseguir camino con comparecencias en Bilbao, Vitoria y Málaga. En junio rendirán visita a Cádiz, el día 8 en un espacio por confirmar, y ya en septiembre, repetirán en la Tacita de Plata, nada más y nada menos que en las tablas del Teatro Falla. En octubre está prevista una gira latinoamericana y repetirán visita a países como Chile, Argentina, México, Venezuela y Colombia, donde ya consiguieron un clamoroso éxito en septiembre de 2012.
El original estilo musical de Chambao, que nace de la mezcla y fusión del flamenco con la música electrónica ambiental, ha desembocado en un concepto musical a la vez español, internacional y cosmopolita. Han pasado diez años desde la aparición de su primer disco, Flamenco Chill. En 2012 apareció su último, hasta ahora, trabajo de estudio. Con titulo homónimo, este nuevo álbum mantiene la esencia Chambao, un crisol de músicas sureñas y mediterráneas, de alcance global, y tratadas con imaginación, raíz contemporánea y extrema sensibilidad. Un disco que se lanza coincidiendo con el décimo aniversario de la aparición del grupo y que tiene una significación especial. La música, como ser vivo que es, debe desarrollarse, crecer y adaptarse al medio. Esto es lo que más sorprende de la propuesta musical de Chambao, su unión armónica entre tradición e innovación tecnológica, al mismo tiempo que sus letras crean una atmósfera de purificación musical.
Chambao no es sólo música, es también un deseo manifiesto por una vida mejor y con sentido. Continúan en su caminar con las mismas sensaciones con las que nació el proyecto, olor a sal, a sol, a mar, a vida, a música. Por supuesto, prosiguiendo con su navegar hacia el horizonte, hacia el futuro.
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