Real Valladolid y Athletic Club empataron un partido lleno de alternativas, sin control en el juego y en el que pudo ganar cualquiera, aunque el empate final (2-2) es ecuánime y hace justicia con lo sucedido durante los noventa minutos.
El Athletic trataba de confirmar hoy la mejoría experimentada en las últimas jornadas y el Valladolid buscaba tres puntos para seguir poniendo tierra de por medio con los puestos de descenso.
A pesar de recuperar a Manucho, de vuelta de la Copa de África, Djukic siguió apostando por el ariete Javi Guerra para percutir contra la zaga vizcaína que hoy contaba con la baja de Ekiza. Ello otorgó un puesto en el once a Carlos Gurpegui, acompañado en el centro de la defensa por Aymeric Laporte.
La entrada en la banda izquierda de Alberto Bueno, en lugar de Omar Ramos, fue la principal novedad en la alineación inicial del equipo vallisoletano que apostó inicialmente por la viveza, la rapidez y el dinamismo.
El Valladolid de Djukic, que en Segunda buscaba la pausa, el toque, el deleite y la exquisitez, ahora se agarra a la velocidad y a un juego mucho más directo. Así empezó el partido, con los locales gobernando el juego y en su primera opción clara, Javi Guerra aprovechó un centro envenenado de Antonio Rukavina para marcar el primer gol (minuto 7).
Mientras tanto, del Athletic no había noticias, menos aún ofensivas. Y a los locales les salía casi todo porque su defensa adelantada o la constante posesión de balón "estrujaba" el juego del equipo vasco. Así, a los quince minutos, Alberto Bueno marcó el segundo tanto a pase del sueco Daniel Larsson.
Dos llegadas y dos goles, eso hizo tambalearse a un Athletic que comenzó el partido aturdido y sin sitio, con sus mejores jugadores en "el limbo", de manera que solamente un balón mereció ser gol, un disparo de Aritz Aduriz al palo.
Cuando todo parecía de cara para los vallisoletanos, Óscar De Marcos acertó con un buen remate cruzado que también tocó en el palo y esta vez sí entró (minuto 21).
Acusó el golpe el Valladolid y el estado de las cosas cambió de forma rotunda porque el Athletic empezó a regentar el medio campo. Iraola y Susaeta despertaron de su letargo ante un Real Valladolid lastrado, además, por la lesión de Marc Valiente, que hubo de retirarse por una fuerte contusión en el pómulo izquierdo.
La segunda mitad comenzó con un remate de Javi Guerra al poste pero fue el Athletic Club, a través de Markel Susaeta, el que golpeó en serio con el tanto del empate a la salida de un córner (minuto 49).
También Aurtenetxe pudo marcar después de un saque de esquina cuando el Valladolid ya se había sacudido el dominio de su rival mediada esta fase, tan intensa y vibrante como la primera.
Omar Ramos, que sustituyó a Larsson, tuvo el 3-2 en sus botas tras una espléndida acción de Alberto Bueno (minuto 28) pero envió el balón fuera. En la portería contraria, dos buenas paradas de Dani Hernández dejaron las cosas como estaban, en tablas, mismo resultado de la penúltima visita del Athletic a Zorrilla (2-2).
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