Aún con el rescoldo de las fiestas navideñas y con la previa de la visita de los Reyes Magos a la vuelta de la esquina, este Racing Portuense aguarda con cierta indefinición lo que se le avecina a la vuelta de la esquina en el recién estrenado ejercicio anual.
Este 2013 acaba de arrancar pero ya se presenta con obligaciones y con ciertas ganas de zanjar dudas y opiniones encontradas, tras la goleada recibida ante el Ceuta en la última jornada del año.
Cómodo en la zona templada, a la conclusión del inusual partido de hoy ante el Antoniano, los de Mere pudieran saber 48 horas antes de lo previsto y de antemano, si este domingo serán merecedor de algún que otro regalo, o por el contrario, la ración de carbón no lo se lo quita nadie.
El equipo sabe que tiene prohibido fallar otra vez. Que no valen más concesiones y que la victoria es más obligada que nunca. Avisados están. La irregularidad mostrada y con dos imágenes bien diferenciadas tanto en casa como a domicilio, lo han hecho acreedor de un sabor agridulce que se ha ido amargando con el paso de las jornadas.
La derrota ante el Cádiz B y la goleada infringida sin paliativos ante el Ceuta, no hacen sino alertar de cierta relajación y desidia en las últimas jornadas y de la que ya ha encontrado el primer aviso serio a navegantes.
La fortaleza defensiva y las buenas maneras iniciales, han encontrado una apatía a reseñar y, a día de hoy, son un recuerdo más que una realidad a destacar.
Toca reaccionar y toca arrancar el año de forma positiva y de la mejor manera posible. Las diferencias se aplacan ganando y convenciendo. Hoy, no queda otro, debe ser el día de reivindicarse y de vencer.
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