El proyecto de Emed Tartessus en Riotinto no tiene vuelta atrás pero hay que esperar a la autorización de la administración. Así de contundente se muestra Harry Agnagnostaras Adams, presidente de Emed Tartessus, quien defiende en esta entrevista los esfuerzos realizados por la empresa para demostrar una solvencia legal, técnica y económica que considera ya nadie pone en duda.
El presidente de Emed Tartessus estima que será en el primer trimestre de 2013 cuando la Administración apruebe tanto la Autorización Ambiental Unificada como la transmisión de los derechos mineros. Meses después, de las entrañas de Riotinto volverá a salir cobre, lo que dará trabajo a 400 personas de forma directa e indirecta, más el tripel en empleo inducido.
Han conseguido la integridad de la unidad industrial y el respaldo de la Administración como titular del derecho de explotación a falta de la autorización del proyecto, ¿qué se han dejado en el camino y qué se pueden encontrar aún?
–Este ha sido un año de avances indiscutibles en el proyecto. Estamos muy orgullosos de haber demostrado que somos capaces de presentar ante las autoridades y la ciudadanía un proyecto casi inexpugnable, por sus altos niveles de detalle y solidez técnica y económica. Contamos con los mejores expertos en el mercado y con el apoyo firme de nuestros accionistas en la financiación. Hemos conseguido alinear todos los intereses históricos en la dirección de la reapertura, librando a este importantísimo yacimiento mineral de trabas legales, territoriales, financieras y ambientales que no hace tanto algunos pensaban irresolubles. Todos los proyectos encierran retos por resolver, pero ya se ve la luz al final del túnel para Riotinto.
Es cierto que han avanzado mucho en los últimos meses para hacer posible la puesta en marcha del Proyecto Riotinto, ¿cree posible su aprobación en este 2012?
–Creemos que hemos completado el nivel de detalle necesario para la transmisión administrativa de los derechos mineros y la aprobación de la Autorización Ambiental Unificada en el primer trimestre de 2013. Mientras tanto, estamos preparados para implementar losproyectos de reconstrucción y mejora, lo que ocurrirá cuando lleguen estos permisos.
¿Tampoco la formación?
–Necesitamos alcanzar cierto punto en el proceso administrativo para poder cerrar el calendario de formación y contratación, es así de sencillo. Lo contrario sería poner en peligro la lógica interna de un proceso detalladamente planificado, dando lugar a discontinuidades difíciles de gestionar para todas las partes. Desde luego queremos ir lo más rápido posible. Pero tenemos que hacer cada cosa a su tiempo.
¿Se refiere a obtener los derechos mineros?
–Como le digo existen dos permisos iniciales, la aprobación de los derechos y la autorización ambiental. Con ellos las autoridades pueden proceder a aprobar oficialmente el Plan de Restauración y el Proyecto de Explotación. Por razones obvias, nosotros necesitamos un proyecto íntegramente aprobado, lo que nos permitirá avanzar no sólo en la formación, sino en otros aspectos como son la ingeniería de proceso y las reparaciones en planta, cuyas fases iniciales ya hemos terminado y que ahora quedan en suspenso.
¿Es que tienen dificultades para sostener el PRT?
–En absoluto. Contamos con el apoyo total de nuestros accionistas, que son expertos mundiales en minería, y colaboramos fluidamente con la Administración. En Emed estamos orgullosos de haber transformado una situación desastrosa en un proyecto minero que vuelve a tener la confianza de la sociedad y las administraciones. La compañía mantiene una amplia gama de servicios activos en Riotinto, poniendo hoy la prioridad en aquellos necesarios para seguir la tramitación de los permisos. Posteriormente, la prioridad será la construcción y la formación de personal. En definitiva, este proyecto va hacia adelante y no tiene vuelta atrás.
¿Entonces?
–A veces es difícil comunicar la complejidad que encierra la puesta en marcha de una iniciativa de esta envergadura: tenemos que movilizar importantes cantidades de recursos, humanos y financieros, técnicos y administrativos, y hacerlo de manera ordenada, para que el proceso sea eficiente y exitoso. Esto implica manejar unos calendarios sobre los que este despliegue pivota en un equilibrio ciertamente sensible. En este caso hemos avanzado mucho en tareas que esperábamos poder continuar, pero que tendrán que esperar a la obtención de los permisos que nos permitan proceder.
¿Por qué exactamente tienen que esperar a ese momento?
–No tenemos permisos para sondear, construir u operar la mina. Por eso en estos momentos no podemos hacer más de lo que hacemos.
¿Entonces cuál es la secuencia sobre la que trabaja?
–La primera fase de varios meses es la finalización de estos permisos, después disponemos de la financiación para la siguiente fase del proyecto, empezamos la formación y contratación, y arrancamos las obras. Posteriormente tenemos unos nueve meses para realizar la limpieza, reconstrucción y modernización de instalaciones que acometerán contratas especializadas. Por último, arrancaremos la producción hasta conseguir la máxima capacidad unos dieciocho meses después del punto de partida.
En medio del ruido mediático que ha provocado y provoca aún Riotinto, responda a la duda principal: ¿Es solvente el proyecto?
–Hemos invertido más de 80 millones de euros aquí y tenemos acuerdos cerrados con instituciones financieras internacionales por valor de casi 200 millones, listos para financiar el arranque. Nuestros profesionales cuentan con décadas de experiencia en minería. Tenemos una habitación llena de estanterías en las que descansan los miles de folios de información técnica que hemos presentado, gran parte de la cual está certificada por las principales consultoras de ingeniería de este país. A estas alturas, creo que nadie duda de la solvencia de Emed Tartessus como operador minero.
¿De cuántos años de vida estamos hablando y qué informes lo sustentan?
–Son inicialmente 14 años de operación para extraer las 600.000 toneladas de reservas de cobre, doblemente certificadas por los sistemas aceptados internacionalmente, el código JORC y la norma NI 43-101. A partir de ahí, esperamos incorporar al proyecto una importante cantidad de recursos ya identificados que, si los resultados de los sondeos son los esperados, alargarán la actividad hasta más de 23 años. A partir de ahí existen oportunidades de desarrollo de otras operaciones, probablemente de interior, que requerirían estudios adicionales.
¿Cuáles son las principales inversiones realizadas y las previstas una vez se apruebe el proyecto?
–Hemos invertido ya 80 millones de euros entre costes de adquisición, mantenimiento de instalaciones, particularmente las presas, algunas mejoras y costes operativos en general. Por ejemplo, hemos asumido cargas del anterior propietario y hoy por hoy abonamos 300 mil euros al mes a la Seguridad Social por este concepto. Las inversiones para la puesta en marcha suman más de 100 millones, a los que se sumarán otros 80 en mejoras, ampliación y restauración ambiental.
¿Cree un impedimento que las instalaciones sean antiguas?
–No, de hecho es una oportunidad ya que la menor inversión necesaria para una reapertura aporta solidez económica al proyecto, que recordemos es de gran volumen de mineral y baja ley de cobre. El proceso es básicamente el mismo, el mejor para este yacimiento, y los grandes equipos están hechos para durar muchas décadas, más si, como es el caso, han sido cuidados. Hemos planteado una reconstrucción y modernización de instalaciones por valor de 190 millones de euros para asegurarnos de que tenemos el proceso más eficiente y que cumplimos con los estándares tecnológicos y de seguridad de una minería del siglo XXI.
¿Cuáles son sus principales innovaciones?
–Vamos a introducir mejoras en el proceso como son la planta de tratamiento de agua que vamos a construir, los nuevos espesadores que nos permitirán ahorrar agua y aumentar la solidez del estéril de planta, la digitalización y automatización de todo el control de proceso, los filtros prensa que sustituyan a los secadores a gas, nuevas celdas de flotación más eficientes, etcétera, etcétera.
La Cuenca Minera espera con ansias este proyecto, háblenos del aspecto laboral
–Generaremos entorno a 400 empleos entre directos e indirectos, más el triple de inducidos. Esperemos que esta oportunidad tenga el mayor impacto posible en la Cuenca Minera y por ello trabajamos.
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