El presente económico del país pasa por uno de sus peores momentos. Nadie duda ya de los efectos de la llamada crisis económica, porque más allá de la frialdad de las cifras que hablan de rescates, primas de riesgo o subasta de deudas, son miles, cientos de miles las familias que sufren las consecuencias de la recesión. Barbate, cuya situación antes de la crisis no era precisamente para tirar cohetes, no se libra de este sufrimiento, y el número de personas que necesitan ayuda hasta para poner un plato sobre la mesa todos los días aumenta de forma vertiginosa con el paso del tiempo.
El desempleo afecta a unos cinco mil de sus apenas veintitrés mil vecinos. Hablamos de una tasa de paro brutal, que ronda e incluso supera el 40 por ciento sobre la población activa. A ello hay que unirle un Ayuntamiento prácticamente en quiebra, un sector pesquero en clara decadencia desde hace más de dos décadas y una diversificación económica que aún permanece en forma de proyectos, en los cajones de las administraciones públicas. El paro juvenil es algo más que dramático y en cuanto a infraestructuras, el atraso respecto a pueblos colindantes es cada día más acentuado.
Ante este panorama, nada halagüeño, cientos de familias se han visto abocadas a la miseria, a la pobreza, potenciada por la larga estancia de la crisis económica que daba sus primeros avisos en 2007. Hoy, con el año 2012 afrontando su último trecho, familias enteras han agotados todas las ayudas públicas y el mero hecho de comer se convierte en una pesadilla.
Una pesadilla que podría ser peor si no fuese porque en Barbate, la solidaridad es una palabra muy seria. La solidaridad forma parte de este pueblo humilde, a veces complicado, pero siempre portador de corazones que van de frente.
Es aquí donde queríamos llegar. Durante los últimos años, cuando los latigazos inmisericordes de la económica más daño causan, un colectivo compuesto por vecinos y vecinos barbateños, ha cobrado fuerza mediante una labor impagable, profunda y tan altruista como necesaria. Bajo el nombre de Amigos Solidarios por Barbate, este colectivo, entre otras muchas labores, reparte alimentos básicos a cientos de familias que hacen cola a las puertas de su sede para recoger sus raciones de leche, papillas, arroz, pasta, tomate en lata, azúcar, etcétera, etcétera, etcétera.
Para conocer mejor a esta organización sin ánimo de lucro, y sin aspiraciones políticas, que también hay que mencionarlo, esta semana hemos hablado con Manuel Ponce y Francisco Román, vecinos ambos de Barbate y portavoces del citado colectivo.
Con el mes de diciembre rondando la esquina del calendario, Amigos Solidarios por Barbate organizarán “una recogida de alimentos por los centros educativos del municipio, mientras que el día 22 de diciembre está prevista la Cabalgata Solidaria de Papa Noel, en la que repartiremos juguetes entre las familias más desfavorecidas”. Para esta acción solidaria, “desde esta misma semana, estaremos los martes y jueves por la tarde, de cinco a ocho, en la sede de la Calle Pablo Picasso, 15, para recoger todos aquellos juguetes que los vecinos nos quieran donar. Este horario también sirve para aquellas personas que quieran traernos alimentos”.
Todo ello se complementará estas Navidades con una donación extraordinaria del Banco de Alimentos, (“entre diez y doce mil kilos”), lo que unido “a lo que recojamos de los colegios y de una rifa que estamos elaborando, nos permitirá dar en esas fechas un costo de alimentos de calidad y cantidad”.
A estas ayudas pueden acceder “las familias que tenemos inscritas en nuestra sede, es decir, 237 familias”, todas ellas “con ingresos por debajo de los 430 euros, y que ya han hecho entrega de una fotocopia del DNI, del Libro de Familia, certificado de empadronamiento, certificado de la Seguridad Social y fotocopia de los ingresos que percibe del Servicio Andaluz de Empleo, en este caso de los dos cónyuges”.
Al respecto nos explican que “mientras tengamos alimentos que dar, los damos, incluso a familias que aún no las tenemos inscritas… lo único que sí tratamos es de hacer una lista de algunas familias que no los necesitan pero los solicitan, algo que ocurre en todos los municipios y con todos los colectivos, gente que se apuntan porque oficialmente ingresan 400 euros al mes, pero que realmente tienen un nivel de vida superior incluso a los que aquí estamos colaborando para aprovecharse de esta ayuda. Es algo que entre todos debemos desenmascarar. Hablamos eso sí, de un porcentaje mínimo y por ellos no van a pagar justos por pecadores”.
Amigos Solidarios también quiere resaltar un hecho como es que “está cambiando el perfil del demandante de este tipo de ayudas… antes venían familias que siempre han sido muy humildes, que formaban parte de la pobreza que siempre ha existido, pero ahora ha dado un giro completo, vienen personas que han llevado un nivel de vida normal, con un buen sueldo, con su casa, pero que se han visto abocadas a la miseria y que incluso han perdido sus viviendas. Desde albañiles a marineros y funcionarios”.
Al hilo, quieren recordar a todas aquellas personas que estén envueltas en un desahucio que “contacten con nosotros, que Amigos Solidarios está aquí para apoyarles, incluso si hay que ir a la puerta de la vivienda con un cartel para protestar se hará… estamos aquí para ayudar en todo lo que esté en nuestras manos”.
Arroz, lentejas, habichuelas, fideos, caldos, macarrones, espaguetis, zumos, panes, leche, azúcar, cola-cao, café, papillas, leche de continuación y cereales, forman parte del último lote de alimentos que repartieron el pasado día 5 del presente mes de noviembre.
A la pregunta sobre cómo, tras una jornada de trabajo en la que vives los padecimientos de los demás en primera persona, se desconecta al llegar a casa, ambos afirman que “se pasa realmente mal, aquí hemos llorado a la par que muchas madres, hemos llorado al ver descomponerse a un padre, hemos llorado cuando llegan con sus bebés en busca de leche… no nos importa decirlo, hemos llorado mucho porque llorar es de hombres. Luego nos miramos y decimos que hay que seguir, que hay mucho por hacer. Y al llegar a casa, realmente no desconectamos. Por ello agradecemos el apoyo de nuestras familias que nos dan la fuerza para seguir”.
“Los sentimientos que se despiertan son muy fuertes”, señalan visiblemente emocionados, “lo decimos en serio, son muy fuertes, se viven situaciones muy duras, pero todo lo cura los agradecimientos desinteresados que recibimos cuando paseamos por la calle. La gente de agradece este esfuerzo desde el corazón y me confirma que es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida”.
Este colectivo cumple los tres años de vida con una labor frenética y amplia a sus espaldas. “La idea surgió para ayudar a un joven de Barbate que padecía cáncer. Organizamos una rifa y buscamos dinero para que tuviera una vida mejor… logramos cerca de seis mil euros que sirvieron para mejorar su calidad de vida. Fue entonces cuando decidimos organizarnos a través de una asociación a la que pusimos el nombre de Amigos Solidarios por Barbate”, señalan. Ahora esta asociación está formada por diez vecinos de la localidad.
“El nacimiento de esta asociación se debe especialmente a Carmen Varo, la esposa de Ponce, pues gracias a ella esta asociación ha seguido adelante. Un día me la encontré y me pidió ayuda porque estaba rifando un plato y nos tocó la fibra a todos. Ella es la base, la que puso la primera piedra”, señala Román.
Ahora están organizando otra rifa de cara a estas navidades. “Contamos ya con varias donaciones, entre ellas una camiseta del jugador barbateño Francis, que milita en el Racing de Santander”. La cesta se expondrá en un céntrico escaparate y todas aquellas personas que quieran podrán adquirir un número. Los beneficios, evidentemente, servirán para alegrar la Navidad a muchas familias.
Eso sí, “cuando comenzamos con el reparto de alimentos, contábamos con unas cincuenta familias, pero en los últimos dos años se ha desbordado”, indican para reconocer que “era una situación que se veía venir. Los políticos en este país se han dedicado a deteriorar la sociedad en la que vivimos. Ellos no han entendido que somos un país pobre, no rico, y ahora estamos viviendo la realidad de este país. Ahora vemos las carencias. Ellos, los políticos, nos han engañado, nos dijeron que éramos ricos y era falso. Y hoy las consecuencias las están pagando los de siempre. Se han cargado el Estado de Bienestar Social y ahora quieren eliminar la clase media. Me de igual el PSOE y el PP”. Y esta puntilla sirve para aclarar que “no somos políticos, no tenemos nada que ver con ningún partido, nuestra labor es la solidaridad y nada más”.
Por otro lado, “contamos con la colaboración del Ayuntamiento. Se portan bien. Claro que todo dentro de sus posibilidades, ya se sabe cómo está económicamente el Consistorio, pero nos han cedido este local, una nave para guardar los alimentos… Y desde aquí quiero agradecer la colaboración que recibimos de los trabajadores de Obras y Servicios que siempre están cuando los necesitamos”.
Sobre el futuro, “lo vemos mal, necesitamos cuatro o cinco años para salir de esta crisis y Barbate necesita unos diez años. Barbate va por detrás de todos los pueblos de la comarca. Cuando la situación era boyante, íbamos mal, pues imagínate ahora”. Pero en una cosa no tienen dudas… “Barbate es un pueblo muy solidario, tenemos mucha lengua pero también tenemos un corazón enorme. Hemos incluso ayudado a pueblos vecinos”.
“Lo que más necesitamos sobre todo alimentos. Es la mejor manera de ayudarnos para que en Navidad todos tengan una pequeña cesta”, señalan para concluir agradeciendo a Supersol su colaboración y a La Caixa, “la única entidad bancaria que nos ayuda. Que los demás espabilen”.
¿Baile benéfico?
Hay un punto sobre el que Amigos Solidarios por Barbate quiere incidir para informar a los ciudadanos. Es sobre el Baile Benéfico organizado hace escasas semanas. Este colectivo organizó el homenaje a Juan Picazo, no el baile en sí que cuya organización corrió a cargo de la Discoteca Atarraya. Dicho lo cual, destacan que una vez que se le presentaron las cuentas, resultó que no se había recaudado “ni un duro” para Amigos Solidarios. Es decir, “no hemos percibido ni un euro… ellos nos han presentado unos gastos y no vamos a entrar en debates porque se suponía que era un acto solidario”. Eso sí, el número de asistentes al evento, con una entrada que costaba cinco euros, fue todo un éxito.
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