La Audiencia Provincial de Cádiz ha acogido este jueves el juicio contra una mujer acusada de haber intentado matar a su hijo, de cinco años de edad, suministrándole en un yogurt diversas pastillas, que ella también ingirió, asegurando durante la vista, que ha quedado vista para sentencia, que pensó que su pequeño estaría "mejor en el cielo que con su padre".
"Lo veía todo negro, no tenía donde vivir y decidí tirar por otro camino porque pensaba que se estaría mejor en el cielo", ha declarado la acusada, que ha asegurado que con su exmarido, "no iba a estar bien" y que, por eso, le suministró disueltas en yogurt una cantidad "indefinida" de pastillas, provocándole al menor una intoxicación medicamentosa aguda por neuroléptico.
En la vista también ha declarado el padre del menor, contra el que la mujer interpuso una denuncia por malos tratos que finalmente fue archivada, calificando a F.M.S.V, con la que convivió durante varios años, como una mujer "manipuladora" y "muy complicada".
Los psicólogos que han prestado declaración han señalado que la mujer sufre un trastorno de la personalidad que la lleva a mantener conductas "infantiles" y a no prever con claridad las consecuencias de sus actos; motivo por el que la Fiscalía ha decidido rebajar su petición de cárcel de 14 a 11 años tras considerar este atenuante.
Además, se han mantenido algunas discrepancias en relación a si las pastillas que la madre dio a su hijo en un yogurt --benzodiacepinas y diversas pastillas que contenían Levomepromazina y Diltiazem, siendo el primero de ellos un analgésico y antipsicótico y el segundo un antianginoso, antihipertensivo y antiarrítmico-- podrían haber provocado o no la muerte al menor. La Fiscalía sostiene que si pudo ser causa de muerte, al igual que la acusación particular, mientras que la defensa solicita la libre absolución al considerar que tenía afectadas sus capacidades por trastorno de personalidad.
La mujer, que ahora se encuentra en libertad, ha pasado dos años en prisión.
Según recoge la calificación fiscal, los hechos tuvieron lugar el día 21 de noviembre de 2009, cuando la procesada adquirió en una farmacia una cantidad indeterminada de pastillas, dirigiéndose a continuación junto a su hijo de cinco años al hotel Cabeza de Toro de Medina Sidonia , donde ambos residían, ingiriendo entre las 19,00 horas de ese mismo día y las 16,00 horas del día siguiente las benzodiacepinas.
A la vez, y "con ánimo de causar la muerte de su hijo, puesto que no quería que quedara en compañía de su padre cuando ella falleciera", le suministró disueltas en yogurt una cantidad "indefinida" de pastillas, lo que le provocó una intoxicación medicamentosa aguda por neuroléptico.
Al percatarse los empleados del hotel de que la acusada y su hijo no habían salido de la habitación desde el día anterior, llamaron a la puerta y pidieron a la mujer que les abriera, ya que al tener la llave puesta en la cerradura, no podían acceder al interior de la habitación.
Finalmente la acusada consiguió abrir la puerta "con dificultad" debido al estado en que se hallaba, encontrando los empleados al niño "sobre la cama y rodeado de vómitos". Gracias a la "rápida acción" de los empleados del establecimiento el menor no perdió la vida, al ser sometido posteriormente a tratamiento médico con fluidoterapia en el Hospital Puerta del Mar, ya que la cantidad de pastillas ingeridas "hubiera ocasionado la muerte del menor por una parada respiratoria", aunque el niño no sufrió al final secuela física alguna.
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