En diciembre Rubén y Esteban cumplirán su segundo aniversario de casados. Los dos recuerdan el día de su boda en el Ayuntamiento como uno de los mejores de su vida, desde la ceremonia hasta la celebración. Él iba vestido de Versace y su marido de Dolce & Gabbana. Sin embargo, desde hace exactamente 48 horas tanto ellos como sus respectivas familias respiran “mucho más tranquilos” después de que el Pleno del Tribunal Constitucional (TC) haya dado el “sí quiero” a su enlace y al de miles de parejas españolas tras rechazar el recurso presentado por el PP hace siete años contra la reforma del Código Civil que regula el matrimonio homosexual.
“Lo hemos acogido con alegría, lo gracioso hubiera sido que hubieran fallado en contra, porque significaría que vamos para atrás. Es verdad que cuando el PP ganó las elecciones tanto nuestra gente como nosotros nos preguntábamos qué iba a pasar con nosotros”. En su caso, tras cinco años juntos, eran pareja de hecho, pero los dos tenían claro que querían dar un paso más. “Yo siempre he querido casarme, ¿por qué no podía tener los mismos derechos que por ejemplo mi hermano?”.
Estos días les han llovido las felicitaciones de sus amigos y sus seres queridos, aunque será difícil olvidar muchas declaraciones públicas sobre el matrimonio gay. “Nos ha felicitado mucha gente pero tengo grabada a Ana Botella diciendo que no se podían juntar una pera y una manzana”.
Tanto a ella como a otras voces que siguen sin reconocer la institución del matrimonio entre personas del mismo sexo, Rubén les desearía que “tuvieran hijos homosexuales y se dieran cuenta de hasta qué punto podrían ser felices si se casaran”. “En la vida” han sentido que se ha cuestionado su enlace y “siempre” han tenido el apoyo de su familia.
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