Malhumorado y con toda la razón del mundo viaja el Betis este próximo sábado a la Rosaleda para visitar al peligroso Málaga de Champions. Allí, espera el siempre querido Joaquín, el ex sevillista Saviola, y sobre todo, aguarda el hombre más mencionado este pasado verano por el beticismo, Roque Santa Cruz. Todos sabían que llegaría ese instante en el que el paraguayo pisaría un terreno de juego nuevamente con el plantel bético, pero nunca imaginaron que sería para enfrentarse contra ellos.
No olvidan tan fácilmente en la dirección deportiva heliopolitana el escaso tacto que tanto City como Roque tuvieron con el Betis, más aún cuando el mercado llegaba a su fin y no había tiempo para la reacción.
Con todo ello, mañana el paraguayo vestirá las franjas blanquiazules malaguistas y ya ha dejado claro que “celebraré un gol si lo marco, aunque le tenga mucho cariño al Betis”. Es la realidad del fútbol. Dinero y más dinero. Casi nadie entiende de escudos o banderas en la profesión.
Eso sí, es más que probable que Santa Cruz vuelva a vivir al menos el primer periodo desde el banquillo, dada la majestuosa situación del ‘Conejo’ Saviola. Aunque Pellegrini aprovechará la motivación que Roque sentirá por enfrentarse a su ex equipo.
Igualdad en la Rosaleda
Ha informado la Comisión Antiviolencia de una serie de multas a los aficionados sevillistas que protagonizaron acciones violentas en Rota. Una de 60.000 euros, tres de 12.000 y cinco de 10.000 euros. Duro castigo para Biris Norte.
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