El personal de la Delegación municipal de Servicios Sociales ha dicho basta ya, que no está dispuesto a consentir ni una amenaza más. De un tiempo a esta parte, varios trabajadores de la Delegación vienen sufriendo amenazas, incluso de muerte, por parte de padres a los que se les ha retirado la custodia de los hijos o por otro tipo de casos que afectan por lo general a la violencia de género y a los menores.
La gota que colma el vaso ha sido un caso donde dos trabajadores -un psicólogo y una trabajadora social- recibieron una amenaza de muerte de un hombre que irrumpió en las instalaciones de la Delegación profiriendo, al parecer insultos y amenazas que consideran graves.
Según explican los trabajadores, “el nivel de exigencia es cada vez mayor. Pedimos el cese de las amenazas, mayor respeto, que se nos trate como dice la Ley. No somos responsables de la crisis, somos simplemente un recurso para mejorar la vida de las personas”, señalaba a este medio María Romero, coordinadora de los equipos que trabajan con menores.
El pasado lunes, los trabajadores de Servicios Sociales pasaron por los juzgados de Arcos, donde se personaron en la acusación contra un hombre, compañero sentimental de la madre de los menores afectados por este caso. Ante la situación familiar, de la que no han trascendido los hechos concretos, habían pedido medidas de protección para los menores. Las amenazas contra los trabajadores podrían haber tenido como objetivo paralizar cualquier tipo de acción de la Delegación en defensa de los menores y en detrimento de la madre y su compañero.
En este caso, además, no podía actuar la Delegación municipal de Servicios Sociales como acusación directa, ya que fueron los técnicos los que sufrieron en primera persona las agresiones. La coordinadora de los equipos de menores señalaba que este caso ha sido “la gota que colma el vaso, la sociedad debe entender que hay que venir a la Delegación con respeto. Aquí ayudamos a las personas, no las condenamos”.
Como muestra de apoyo, la delegada municipal del área, Juani Morales, permaneció en los juzgados de Arcos junto a sus compañeros de trabajo.
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