Andalucía

¿Se abre o no se abre la mina?

Con esta información que a continuación pueden leer los lectores de Cuencaminera PuntoCero, el equipo de redacción pretende aportar un rayo de luz al oscuro y desconocido panora-ma que la mina viene ofreciendo a los vecinos durante largos años

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No se conoce ningún caso de emprendimiento empresarial  que se lleve a cabo a través de la prensa incluso hasta para lo más nimio e intrascendente. Si a eso le aña-dimos un intenso condimento político, el juego pasa a ser surrealista. Hasta en eso la Cuenca es diferente, lo que no debería ser más que un mero trámite administrativo absolutamente privado, que concluya con resultado positivo o negativo, se ha convertido en un espectáculo mediático, espectáculo que sin duda debe tener un fin que interese a todos los actores implicados. La pregunta del millón es, ¿Cuál es el fin?.  Aunque nadie lo sabe o lo dice, no es difícil adivinar que el único posible es el que hoy mueve el mundo, el que hace a las personas comportarse de modo inconcebible: el dinero, o como se dice por aquí, “el puto dinero”. Desde hace varios años las notas de prensa se suceden, cada cual en defensa de sus intereses, por ellas se han conocido los conflictos judiciales entre Emed, Rumbo y Administración; los administrativos entre Emed y la Junta; los políticos entre PSOE y PP; los acuerdos económicos entre Emed, Goldman Sachs, los chinos, Rumbo, Zeitung e Innland…. De todo ello tenemos de-talles gracias a lo que leemos en prensa. Y la pregunta es, ¿por qué? No es necesario ser muy suspicaz para saber que cuando se informa demasiado es por una de estas dos razones: primera, la necesidad  de influir en la opinión pública para conseguir apoyo social, y la segunda que viene motivada por una necesidad de desviar la atención de la auténtica realidad. Y ¿cuál es la auténtica realidad? 

A día de hoy, después de años de guerra mediática y batallas judiciales, el conflicto Emed Rum-bo Zeitung Inland ha desaparecido, ahora son todos socios bien avenidos en espera de que el negocio minero sea fructífero para recoger sus pingues beneficios. El conflicto entre Emed y la Junta a raíz de la apuesta política pre elecciones, que derivó en la rueda de prensa de los De-legados, también se ha suavizado y a día de hoy, todo es armonía en aras del objetivo común, la apertura de la mina, eso sí, hace apenas unos días el nuevo Delegado de Innovación, Eduardo, demandó a Emed más celeridad en los trámites, lo que no especificó, o no trascendió a los medios, es a qué trámites se refería. Para poner en marcha una instalación minera la Administración concede lo que se llaman “derechos mineros”, para cuya concesión se requieren tres requisitos indispensables:-  acreditación legal para solicitar el proyecto, - demostrar solvencia técnica y económica y presentar un proyecto de explotación. A día de hoy, Emed ha cumplido es-tos tres requisitos, la acreditación legal está demostrada desde hace varios meses, el proyecto de explotación presentado y las garantías económicas, que se han presenta-do a primeros de septiembre, están siendo evaluadas por los técnicos. Si se cumplen estos tres requisitos, la  dministración concede (de concesión)esos derechos, independientemente de que se aprueben los proyectos industriales, medioambientales, sociales y lo que es más importante, el proyecto de restauración, que es el último paso para la autorización de inicio de explotación junto con la entrega de los avales que lo garanticen. La anterior Delegada de innovación, María José Asensio, dijo de forma clara que los derechos mineros de Rio Tinto están su-jetos al inicio de la actividad, declaración contradictoria ya que la Ley no lo contempla así.

Emed alegaba por medio del informe Garrigues que los derechos le pertenecían, también dicen que los derechos son suyos la Comisión Liquidadora, los acreedores de MRT y los propios mineros poseedores de algo más del 60% de MRT, por lo que no puede haber una concesión de algo que ya es una propiedad legal;  otra cuestión es que esos derechos se puedan o no transferir sin el consentimiento de la Junta de Anda-lucía (según sentencia del TSJA, a día de hoy pendiente de resolución en el Tribunal Supremo).  Esto es lógico, los derechos deben estar sujetos al cumplimiento de la legalidad minera y medioambiental, por eso se habla de transmisión y no de concesión, aunque  la Junta ha dicho que esos derechos se perdieron con el cierre de la mina y fue-ron recuperados por la Administración a partir de aquel tan llevado asunto de la cuarta firma,  por tanto los pueden conceder en el momento que se cumplan los tres requisitos básicos. En resumen, todo esto supone un serio conflicto de intereses e independiente-mente de los conflictos legales o judiciales, es de suponer que si el proyecto cumple todos los requisitos medioambientales, mine-ros y sociales, la solución a la transmisión o concesión no debe ser un impedimento para la apertura.  Sin duda se llegará a un acuerdo entre las partes ya que,  a fin de cuentas, todo acaba siendo reducido a la más simple cuestión: el dinero. Los pleitos duran mucho, son caros y nunca se sabe como pueden acabar. Cabe la posibilidad, si los argumentos jurídicos de cada parte son lo bastante sólidos, que hasta veamos una negociación EMED- Comisión Liquidadora, para solventar de forma privada conflictos judiciales que a nadie interesan. El tema está en que los derechos mineros para EMED son fundamentales y prioritarios ya que, según informaron en su momento, el acuerdo con Goldman Sachs para la financiación del proyecto va ligada a la obtención de dichos derechos. (Para seguir leyendo este noticia, puede descargarse gratis el periódico en esta misma web)

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