uando la alcaldesa y el concejal de Festejos presentaron a nuestra protagonista como presidenta de las damas goyescas de este año, dijeron que pese a ser natural de Villamanrique, seguro sabría «representar dignamente y con honor este puesto», refirió Vicente Becerra ante los medios de comunicación. Y no se equivocaba. Porque Cecilia Carrasco, casada y con tres hijos, secretaria judicial de profesión, tiene sus raíces en Ronda. De aquí es su madre, y aquí lleva viviendo 30 años, durante más de veinte siendo socia de la peña La Damajuana. «Mi madre era hija única, y mi abuela vivía sola en Ronda, así que veníamos muchísimo. A mi padre, incluso, le gustaba venir más que a mi madre aquí, porque le encantaba la ciudad. Y a mí también me encantaba, porque aquí no tenía normas, contra lo que pasaba en Sevilla, donde todo era muy rígido», relata en el encuentro con RONDA SEMANAL.
Aunque cuando le propusieron venir a trabajar a Ronda rechazó en un principio la oferta, tras una segunda oferta de su plaza, se vino a la ciudad, y aquí ejerció en el Juzgado durante siete años. Desde entonces, vive en la ciudad, «y ya he celebrado las bodas de plata», refiere.
Todas tus damas han hablado muy bien de ti. ¿Cómo son ellas?
—Son muy lindas, muy graciosas… Yo también hablo bien de ellas, porque lo pasamos estupendamente juntas.
Nos dicen las goyescas que la presidenta está en su papel. ¿Cuál es ese papel suyo?
—No sé qué papel pensarán que tengo… Pero cuando toca ponerse seria, me toca mandar a mi.
¿Han logrado hacer piña?
—Es un grupo muy compacto; no hay pequeños grupos. Creo que sí, que hemos logrado hacer piña.
Todas han comentado la cena que les ofreció en su casa para conocerse nada más saber de su nombramiento…
—Me gusta dar cenas en casa, y antes de ir a ningún otro sitio, preferí tener una cena más íntima para que nos conociéramos.
¿Cómo fue que se convirtió en presidenta? ¿Cómo se lo dijeron?
—Primero se lo dijeron a mi marido, al que le parecería estupendamente porque yo no lo supe entonces porque no me dijo nada. Me prepararon una reunión sorpresa con Vicente Becerra para comunicármelo. No se me había pasado nunca por la cabeza ser presidenta, aunque tengo amigas que lo han sido, como Mavi, Mayte Serrato, Lola Friaza… Yo nunca pensé en ello, porque soy vergonzosa. Nunca me vi montada en una carroza o siendo protagonista de uno de estos actos, pero bueno, aquí estamos, comiéndonos la vergüenza porque la familia está encantada. Y yo también, porque me lo estoy pasando estupendamente con todos los eventos que ya estamos viviendo.
Y es que su papel no es poca cosa…
—Hemos estado ya en muchos actos, y viene bien, porque yo por ejemplo nunca había estado en el Cante, y me gustó tanto que ya no me lo perderé nunca más.
Se ha definido como tímida. Además de eso, ¿cómo es Cecilia Carrasco?
—Me gusta estar con gente, y recibir a gente en casa, como te decía, pero también me gusta estar sola, porque me encanta leer, escribir, pintar, coser, cocina o la jardinería.
Y le gusta la Feria…
—Siempre la he vivido. Soy de Villamanrique de la Condesa, y de allí a los 5 años me fui a Sevilla y me convertí en una auténtica ferianta. Mis penas me las quitaba siempre con el traje de gitana.
Y es peñista…
—De la Damajuana.
Y eso le llevará a vivir la Feria de una manera especial…
—Como sevillana, me acostumbré a vivir la feria en el Real. De Ronda me sorprendió la Feria del Centro, aunque también paso mis ratitos en ella. Pero en el Real se recibe mejor a los amigos; es más cómodo bailar en una caseta, y comer sentado en una caseta.
Pero, ¿qué le parece que haya en Ronda Feria del Centro y también Feria en el Real? Porque el debate sigue abierto…
—Yo no tengo cuerpo para ir al centro y luego al Real, aunque hay gente que tiene cuerpo para todo. El problema del centro es que es incompatible la feria en esta zona con el descanso de quienes allí viven. Pero entiendo que a quienes les gusta esta feria, quieren también vivirla.
Al haber venido de fuera, ¿cómo es de particular la Feria de Ronda? ¿Qué le dice a sus amigos de fuera para que vengan?
—La Feria ha evolucionado mucho; hay muchas casetas; se van viendo caballos, aunque sean pocos… La Feria está cada vez mejor, y ni qué decir tiene que la goyesca le da una proyección única, y la hace característica para todo el mundo. Es cierto que la Feria de Ronda raramente se entiende sin la goyesca.
¿Cómo define su traje de goyesca? ¿Está cómoda con él?
—Da calor y me pesa más que el de flamenca, con el que estoy algo más cómoda… [Ríe] Es precioso, y me lo ha hecho Pepa Borrego. Es de color azul fuerte. Y sí, me veo bien con él.
Le pregunto lo que a las damas goyescas: ¿Qué momento espera con mayor ansia?
—Espero, sobre todo, entrar en la Plaza de Toros, porque debe ser todo un impacto, algo que difícilmente olvidaré.
Al final, ¿qué mensaje tendría para las familias que peor lo están pasando a causa de la crisis?
—La Feria da dinero a mucha gente y ofrece trabajo a mucha gente, así que hay que aprovecharla. Y como el año que viene será un año en el que todos tendremos que trabajar muchísimo, porque tenemos que sacar a este país para adelante, qué mejor que coger respiro en la Feria.
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