La alcaldesa, María José García-Pelayo, rebajó este jueves a 59 años la edad de los trabajadores municipales que el Gobierno incluye en la relación de potenciales prejubilados con la que aliviar el impacto social del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en el Consistorio.
La regidora admitió que en el Ayuntamiento (incluidas las empresas municipales) son poco más de 180 los trabajadores que han alcanzado ya los 59 años, lo que impide alcanzar el objetivo de que la mitad de los despedidos (195) cuente con más de 61 años.
La situación en ambos casos es bien diferente, toda vez que quienes fueran incluidos en el ERE teniendo esos 59 años quedarían en desempleo hasta cumplir los 61, percibiendo el correspondiente subsidio.
García-Pelayo también aclaró que la tramitación del expediente “escapa de las manos” del Gobierno local, ya que depende del trabajo de la consultora Deloitte. “Nosotros le aportamos la documentación el viernes pasado y creo que estarán trabajando en ello. Si hay retraso o no, es cuestión de su trabajo”, aclaró, en respuesta a la inquietud mostrada por los representantes de los trabajadores, que advierten de la situación de incertidumbre que padece la plantilla desde que se anunció el inicio del expediente.
La alcaldesa mostró su confianza en que la empresa se ponga en contacto con las secciones sindicales cuando culmine su tarea. Será entonces cuando Deloitte informe de los criterios que ha seguido en la elaboración de la lista de trabajadores despedidos.
Por otra parte, el Gobierno local lamentó que los representantes sindicales no acudieran a una reunión ofrecida por la propia alcaldesa para las 14.30 horas de ayer. Ese encuentro fue convocado por la regidora para tratar de atender una petición cursada desde el propio comité de empresa.
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