No tengo palabras (la verdad es que tampoco me hace falta, mi sentimiento sale del corazón) para agradecer todo el cariño y afecto demostrado por tanta gente preocupada por mi salud.
Quiero nombrar expresamente a todos y todas (personas o instituciones), con el riesgo de olvidarme de alguna y pidiendo perdón por ello, que de alguna forma han intervenido en mi recuperación: los anónimos almonteños que me dejaron tocar el varal de la Virgen, después de esta ‘’ hazaña ’’ me derrumbé en la arena del llano de la Plaza Doñana, en esos momentos creí que no lo contaría; recuerdo a los del 061 (esta primera atención de estos magníficos profesionales creo que ha sido fundamental en mi recuperación, desde aquí les doy las gracias, los felicito y los animo a que sigan desarrollando esta humanitaria labor) que decían: ‘’ BLOQUEO TOTAL ‘’ y a continuación me subieron a la ambulancia.
Ya no recuerdo nada más hasta que me desperté en la U.C.I. del hospital Juan Ramón Jiménez a la mañana siguiente (yo seguía creyendo que era lunes y que los médicos y enfermeros se burlaban de mi cuando me decían que era martes, esa laguna del tiempo 20-24h es la que para mí, he estado muerto). Mi obsesión era ver a mi mujer y a mis hijos en la creencia de que no los había visto, debido a esa laguna en el tiempo.
El doctor Venegas (marcapasos) es un artista, ha realizado un trabajo limpio y perfecto, no sentí nada y según él yo me porté bien, colaborando en la intervención. Ya en planta el trato fue exquisito por parte del equipo médico (Raúl) y del resto del personal de servicio. A partir de este momento los teléfonos, tanto móvil como fijo no pararon de sonar y las visitas fueron constantes y numerosas, para todos ellos mi sincero agradecimiento, así como a los compañer@s del ayuntamiento, compañeras de mi mujer, amig@s, vecin@s, conocid@s, y familiares. También me han dicho que en la hermandad de Trigueros se ha sentido y seguido mi percance, a todos los herman@s romer@s que de cualquier forma han hecho este año el Rocío desde aquí mis sinceras gracias, y en especial a mis vecinos de habitación que se han portado estupendamente, y a su junta directiva; al hermano mayor, su esposa y familiares, mi felicitación y agradecimiento. Un reconocimiento especial quiero hacer a mi amigo y compañero ‘’ CABRERA ‘’ sé que lo ha sentido de verdad y se ha preocupado mucho, desde aquí le digo que va todo perfecto y que pronto estaré trabajando a su lado.
No quiero que se me escape las empresas de mis hijos; I.E.S Don Bosco de Valverde (Mari Carmen), M.T.P de Madrid (José Manuel), Marmedsa de Huelva (mi yerno David, que consiguió saber de mí cuando todos me buscaban), al haber facilitado a éstos todo el tiempo necesario y no poner ningún problema para que me acompañaran en esos decisivos momentos.
Mi último recuerdo y agradecimiento va a ser para mi prima Trinidad y su marido Rafael, Hipólito, mi cuñada Manuela y su esposo Manuel que no me han dejado sólo ni un momento.
Pero lo más grande que tengo es mi mujer Mari Carmen, mis tres hijos Mari, Jose y Marta, mi yerno David, y por supuesto, la Blanca Paloma, que ha hecho conmigo el milagro de que hoy esté aquí en mi casa escribiendo esta carta. Por eso, sólo puedo terminar diciendo:
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!
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