El dos de noviembre de 1999 marcó un antes y un después en la vida del ciudadano onubense Francisco José Macías. Aquel día, un accidente de tráfico cuando trabajaba para una pescadería del muelle de venta del Puerto de Huelva fue el inicio de una odisea que, casi trece años después, no ha tenido compensación.
Según describe a Viva Huelva el protagonista del suceso, y como se relata en los documentos judiciales cedidos a este periódico, el suceso tuvo lugar en la confluencia de la calle Ramón Menéndez Pidal con la Plaza de La Merced, y tuvo como consecuencia ingreso hospitalario y 64 días para una cierta curación, con una invalidez permanente, respaldada judicialmente, que aún no ha recibido compensación.
Poco más de un año después del suceso, 14 de diciembre del 2000, un auto del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción 5 de Huelva, exculpaba a Macías de la causa del accidente, y fijaba “como cantidad máxima que puede reclamarse como indemnización por el perjudicado Francisco José Macías Muñoz la suma de 40.058.934 pesetas por las lesiones sufridas como consecuencia de los hechos descritos y que dieron lugar al presente procedimiento”, reza el citado auto. A su vez, al no ser localizado el causante del accidente, el documento judicial contempla que “dicha cantidad habrá de ser satisfecha, solidariamente, por la compañías aseguradoras Axa (aseguradora del coche de Macías), Musetax y el Consorcio de Compensación de Seguros”. El caso de este ciudadano ha pasado por las manos de hasta siete abogados, sin que ninguno haya logrado que se satisfaga el dinero fijado judicialmente. Casi nueve años después, una providencia del juzgado de 1ª instancia 3 de Huelva, corrobora, a través de dictamen forense, que el accidentado sufrió en el percance la sección parcial del flexor profundo del segundo dedo de la mano izquierda, la sección total del aparato flexor del tercer dedo de la mano izquierda, la fractura abierta de la falange media del cuarto dedo de esta misma mano y la amputación traumática de la falange distal del quinto dedo, amén de trastorno ansioso depresivo agravado tras el accidente, “y que no mejora a pesar de seguir tratamiento psiquiátrico/psicológico”. Todo ello, fija el informe forense, “le impide la realización de cualquier actividad laboral con un mínimo de eficacia”.
A día de hoy, Francisco José Macías sigue sin ver recompensado su malogrado accidente, con el agravante de unos movimientos bancarios que lo ponen en la más absoluta de las sospechas sobre la claridad de su proceso.
Un sospechoso movimiento bancario
El citado auto judicial de 14 diciembre de 2000 fijaba “como cantidad máxima” que el afectado podía percibir la cifra de 40.058.934 de las antiguas pesetas. Tras consultas judiciales y de abogados, según asegura Macías a Viva Huelva, le estimaron que la suma que podría recibir rondaría “los 3o millones de pesetas”. Macías deja pasar el tiempo, y años después comprueba en unos extractos bancarios, proporcionados a este periódico, un hecho que hace que poblaran moscas detrás de sus orejas. El 11 de mayo de 2001 recibe un ingreso de 33.720.200 pesetas en su cuenta del BBVA, y ese mismo día ese dinero es mandado atrás. Macías asegura que preguntó a la entidad bancaria sobre la procedencia de ese ingreso, “pero lo único que me respondieron es que era un error bancario”. Ante ello, decidió pedir a Hacienda una auditoría de los abogados, procuradores, jueces y fiscales que habían intervenido en su caso. “No me han dado respuesta, pero la voy a pedir otra vez porque detrás de todo esto hay algo que quiero descubrir. Creo que ese ingreso era el que me correspondía y se lo han acabado repartiendo”, asegura.
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