Esta es una de las conclusiones de un informe de la cátedra BBVA de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide sobre la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2012, que contabilizó 1.329.632 parados al finalizar marzo (33,2 % de la población activa).
Según este informe, en la crisis de finales de los setenta se tardaron en España 36 trimestres (nueve años) en alcanzar el máximo de destrucción de empleo (14,31 %) desde la cota más alta de empleo anterior, y en la actual crisis se ha destruido más empleo (15 %) que entonces en 19 trimestres (casi cinco años).
Igualmente, en Andalucía tras veinte trimestres destruyendo empleo se ha perdido el 17,21 % del existente a finales de 2007 cuando en los años setenta el máximo de caída de la ocupación fue del 17 %.
El informe alerta de que el paro de larga duración sigue creciendo, con casi 700.000 trabajadores que llevan más de un año desempleados en Andalucía, donde la tasa de paro en el primer trimestre de 2012 (33,22 %) superó el máximo histórico del 31,25 % alcanzado en el cuarto trimestre de 1994.
La reinserción laboral de estos parados es prioritaria y requiere la intensificación de las medidas dirigidas a su reciclaje profesional mediante políticas activas mejor diseñadas que las que se están desarrollando en la actualidad, señala el informe.
El reciente recorte en el gasto en este tipo de políticas es "altamente preocupante", advierte el informe, que también señala que sería deseable que los parados acudieran a programas de reciclaje y formación, aunque menos del diez por ciento lo hace.
Asimismo, el estudio alerta del "intenso proceso de destrucción de empleo" entre los universitarios andaluces, lo que indica una "nueva deriva de la actual crisis" al estar cayendo desde hace varios trimestres la ocupación en este colectivo mientras que esto no ocurre en el resto de España.
También se constata que el crecimiento de la población activa es cada vez menor, por lo que el "efecto trabajador añadido va dejando paso al trabajador desanimado", que son los miembros del hogar que no participaban en el mercado laboral y en la crisis trataban de buscar empleo aunque dejan de buscar por las malas expectativas.
El análisis de la cátedra BBVA de Análisis Económico de la UPO, dirigida por el profesor José Ignacio García Pérez, pone de manifiesto que la distribución de la población en edad de trabajar es cada vez más bipolar, es decir, mientras que la mayoría de los mayores de 30 años con estudios medios o superiores están trabajando, y la mayor parte con un contrato indefinido, los jóvenes sufren una altísima tasa de desempleo y de inactividad.
Entre los que trabajan, la mayoría lo hace con un contrato temporal (33,7 %) o como no asalariado.
Además, el porcentaje de jóvenes con contrato indefinido ha caído en más de dos puntos porcentuales en el último año, lo que puede ser un "indicio de la nueva sustitución como resultado de la última reforma laboral", no obstante el informe señala que hay que esperar unos meses para confirmar si el contrato de emprendedores se convierte en la nueva vía de contratación, aunque "por el momento, no parece que sea así".
En cualquier caso, advierte de que puede ser una "vía ficticia" de creación de empleo indefinido, ya que la rotación de estos contratos será seguramente muy alta, como ha demostrado la experiencia reciente de las bonificaciones a la contratación aplicadas desde el año 1997.
También revela el análisis de la UPO la caída del empleo en el sector privado en un 5,9 % en el primer trimestre en Andalucía mientras que el empleo público cae con menor intensidad un 0,33 %, aunque venía cayendo con más fuerza desde finales de 2009.
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