Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, la investigación apunta a que los ahora detenidos utilizaban documentos de más de tres años de antigüedad del Servicio Andaluz de Salud (SAS) con los números de la tarjeta sanitaria de una persona ya fallecida, para justificar que llevaban más de tres años en España para obtener el permiso de residencia y trabajo por arraigo.
Según la fuente, uno de los 31 extranjeros detenidos, de nacionalidad marroquí, confeccionaba las falsificaciones y las vendía por un precio que variaba entre 100 y 300 euros cada una.
Los agentes han detenido a dos españoles de 60 y 49 años que tenían empresas dadas de alta en el registro mercantil pero en realidad inactivas y sin sede física, con la finalidad de cobrar a extranjeros irregulares en España cantidades que oscilaban entre los 1.000 y los 1.500 euros a cambio de trámites fraudulentos.
Por un lado, ofrecían extender precontratos de trabajo de un año de duración a inmigrantes en situación de irregularidad y por otro, aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social de los extranjeros para que estos pudiesen solicitar y conseguir el subsidio de desempleo, según indica el comunicado.
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