Estas declaraciones las realizaba Griñán en el pleno extraordinario que ayer abordaba el nuevo sistema de financiación autonómica y que, a falta de cuantificaciones que el Gobierno central aún no ha presentado, no ofrecía novedades sobre las posturas que los grupos han mantenido a lo largo de los últimos meses. De hecho, en las propuestas se reiteraron las peticiones del pleno de junio de 2008 y muchas salieron por unanimidad, en concreto 16, aunque consiguieron el respaldo mayoritario de la Cámara 37 de 60.
Entre las resoluciones que ayer fueron aprobadas destaca la petición al Gobierno de que garantice que ninguna comunidad reciba menos recursos que en el modelo vigente y que se base en la suficiencia financiera, la solidaridad y la multilateralidad. Además, que se concrete su cuantificación y se garantice la igualdad de acceso a los servicios públicos, sin discriminaciones entre comunidades.
Aunque ni las propuestas de resolución de PP e IU sobre la financiación local fueron votadas en el Pleno, sí que se aprobó por unanimidad que ambas financiaciones se aborden de forma simultánea, reivindicación que, al igual que muchas de las de ayer, ya recibieron el respaldo de la Cámara en el pleno de junio pasado.
José Antonio Griñán comenzaba su intervención anunciando que se han dado pasos importantes en la negociación de la deuda histórica y que estará cuantificada en el plazo establecido (marzo de 2009) dentro de la horquilla aprobada por el Parlamento (entre 1.148 y 1.742 millones).
Tras estas palabras, afirmaba que “no hemos mezclado ni vamos a mezclar en ningún caso la negociación de la deuda histórica con el modelo de financiación”, apuntando la necesidad de trasladar fuera de Andalucía la idea de que la deuda histórica “no es un capricho, sino que forma parte” del bloque constitucional.
Eso sí, como la Junta y el PSOE habían vinculado su apoyo al nuevo modelo de financiación a un acuerdo sobre la deuda histórica, Griñán se apresuró a dejar claro que el futuro sistema de financiación autonómico “deberá contar” con Andalucía.
El vicepresidente volvió a defender las principales tesis del modelo planteado por el Gobierno central aunque no quiso darle su apoyo hasta conocer su traducción en cifras. Entre las reivindicaciones que mantendrá se encuentra que el gasto destinado a financiar la sanidad, la educación y los servicios fundamentales esté en “el 80% del total”, que se establezca un reparto equitativo por población y que incorpore un bloque específico de población escolar y que se revise el Fondo de Compensación Interterritorial, que quiso diferenciar de los nuevos fondos de competitividad y convergencia.
Traicionar a Andalucía
Como Griñán no aportaba muchas novedades del sistema, el presidente del PP-A, Javier Arenas, utilizó su tiempo para acusar al jefe del Ejecutivo andaluz, Manuel Chaves, de “traicionar los intereses de Andalucía” al dar “el visto bueno” a un borrador que “sólo beneficia a las comunidades más ricas”, afirmando que el nuevo modelo para ser igualitario debía “beneficiar más a Andalucía”.
Recordándole la encuesta del IESA sobre la pérdida de confianza de los andaluces en Chaves, Arenas afirmaba que cosecharía “otro fracaso” si no “defiende adecuadamente los intereses de Andalucía”, temiendo que se de el respaldo “al señor de los fondillos”, en referencia a Rodríguez Zapatero y que Andalucía “sólo se quede con la pedrea en esta especie de lotería”, definiendo la negociación del Gobierno central con las diferentes comunidades.
Arenas le recordó el documento que le entregó y que Chaves compartía “al cien por cien”, para pedir que que no se recorte el Fondo de Suficiencia ni el Fondo de Compensación Interterritorial, y que “se resuelva de una vez” la financiación de las corporaciones locales, a las que, en su opinión, la Junta mantiene “totalmente asfixiados”.
Además, sobre la deuda histórica, auguró que el Gobierno andaluz se van a conformar con un “talón ridículo” a cambio de un sistema de financiación que puede perjudicar a Andalucía.
Por su parte, el diputado de IULV-CA Pedro Vaquero -ataviado al igual que sus compañeros con un pañuelo palestino- vinculó el apoyo de su grupo al nuevo modelo a conocer las cifras concretas y a la reforma de la financiación local.
Vaquero, que sí anunciaba su respaldo a la mayoría de las propuestas del PSOE a excepción de las referidas a la fiscalidad, criticó que se “siga en las musas y no en los números”, argumentando que si no se da a conocer la cuantificación del sistema ocurrirá como con la deuda histórica, que se da una cantidad “fraudulenta”, por lo que emplazó al Gobierno a volver al Parlamento cuando conozcan las cifras del nuevo modelo.
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