La puesta de largo en la capital londinense contó con la coordinación de la firma española Aqualia, que dirige el proyecto. Miguel Jurado, subdirector general, y Frank Rogalla, director de Innovación y Tecnología, actuaron en representación de esta firma; Denise Green, de “Hart Energy”, intervino en representación del Algae Cluster de la Unión Europea y, además, se contó con la presencia de Charles Banks, investigador de la Universidad de Southampton y presidente del Comité Científico del proyecto.
Los responsables de la iniciativa han defendido que “la tecnología basada en las algas como materia prima elude la controversia que envuelve a otros proyectos acerca del encarecimiento de materias primas alimentarias”.
El aspecto más novedoso es que All-Gas obtendrá bioenergía a partir de la depuración de aguas residuales. Los efluentes de la estación depuradora de El Torno serán transformados en biomasa que, a su vez, permitirá producir biogás. Esta tecnología evita la plantación de grandes extensiones de materias primas alimentarias, por lo que no tiene repercusiones en el precio de los alimentos, aspecto, este último, que ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores sociales.
Técnicamente será una forma eficiente y sostenible de obtener energía de diferente tipo como el biodiésel, biogás y biomasa. Además, el sistema se autoabastecerá con la propia energía producida. Por primera vez se implementa un proyecto de estas características a gran escala, sobre diez hectáreas de cultivo. “La previsión es que con los biocombustibles producidos en esta extensión se pueda cubrir el consumo anual de una flota de 400 vehículos”, según explicaron en la presentación internacional del proyecto.
Al margen de los aspectos técnicos, el acto en el que estuvieron representantes de la prensa internacional y de la comunidad científica, sirvió para poner de manifiesto la apuesta del Ayuntamiento de Chiclana por la consecución de nuevas fuentes de energía limpia, puesto que participa en esta iniciativa mediante la cesión de suelo para la instalación de la infraestructura necesaria y el apoyo técnico e institucional de la empresa municipal Chiclana Natural.
All-Gas se desarrollará en 5 años, con una primera fase de prototipo (dos años) y una segunda para la construcción y operación (tres años). El consorcio de empresas investigadoras está formado, además de Aqualia, por otras seis entidades de Alemania, Reino Unido, Holanda, Austria y Turquía.
El proyecto se enmarca en el 7º Programa Marco de la Unión Europea y cuenta con una financiación comunitaria de 7,1 millones de euros. Esta apuesta refleja el esfuerzo que Europa dirige hacia la reducción de la dependencia energética de los combustibles fósiles. El objetivo es que en 2020 un 20% de la energía producida en Europa provenga de energías renovables.
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