Los hechos sucedieron el 10 de junio de 2010 en un bar de dicha localidad, del que el acusado era cliente habitual. Estando éste allí, según el escrito del fiscal, entró una mujer que pidió cambio para comprar tabaco y al ver el procesado que llevaba trenzas en el pelo dijo: "ésta ha tenido un susto, no veas cómo tiene los pelos", frase que repitió en varias ocasiones.
El dueño del local le dijo que dejara de meterse con ella y bajara la voz, contestando el procesado, según la acusación, que con él "no iba la cosa" y que se iba a enterar de que "el cliente siempre tiene la razón". El propietario del bar le dijo que se tranquilizara y que las bromas "no se repetían tantas veces", respondiendo el acusado que le había cabreado y: "te vas a enterar", tras lo que salió a la calle.
A los pocos minutos, señala el ministerio público en su escrito de conclusiones provisionales, al que tuvo acceso Europa Press, el acusado volvió a la cafetería, donde sólo estaba el dueño y la cocinera y "dirigiéndose directamente y sin mediar palabra" al propietario, "lo cogió fuertemente del cuello y apretó", poniéndose la cocinera entre ambos, aunque el acusado "la apartó de un empujón".
En ese momento, "sacó entre sus ropas un pequeño revolver de color plateado y disparó" en el cuello con la boca del arma a pocos centímetros, "mientras aún le agarraba con la mano izquierda". Con esto, indica la Fiscalía, le causó la muerte de forma instantánea. El arma fue intervenida en el registro del domicilio padre en Pozoblanco (Córdoba), donde el acusado había huido tras los hechos.
El fiscal acusa al procesado de un delito de asesinato, por el que solicita 17 años de prisión, y otro de tenencia ilícita de armas, ya que carecía de licencia para la pistola, por el que pide dos años. Además, pide que se indemnice al hijo de la víctima, que está personado como acusación particular en la causa, en la que, además, hay otra acusación particular.
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