Chaves se expresó de esta forma al pronunciar una conferencia en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales titulada "La Constitución, vista desde las Comunidades Autónomas", en presencia de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y el titular de Sanidad, Bernat Soria, entre otras personalidades.
Durante su alocución, el también presidente del PSOE señaló que el nuevo sistema de financiación autonómica deberá tener en cuenta criterios como la superficie territorial, la dispersión, la insularidad o la población envejecida.
Todos estos factores permitirán aumentar los recursos que las comunidades destinan a atender servicios públicos como la educación, la sanidad o la justicia, así como a otras necesidades como la inmigración o la aplicación de la Ley de Dependencia.
El probable aumento del déficit es, para Chaves, una "opción política", en la que los socialistas se han decantado por "ser más rigurosos" e intentar salir de la crisis sin que se vean gravemente afectadas las políticas sociales.
"Otros tienen otra opción: sacrificar esas políticas en el altar del déficit cero, un dogma en el que, en esta coyuntura económica y, tras los acontecimientos del último año, no cree ya ningún Gobierno responsable del mundo", observó el presidente andaluz.
Chaves rechazó en este sentido la tesis "preconstitucional" de que el incremento de recursos para las comunidades autónomas suponga una merma del Estado y argumentó que las comunidades "son también parte del Estado".
También se mostró sorprendido por el hecho de que se critique al Ejecutivo cuando intenta atender las particularidades de todas las autonomías, teniendo en cuenta -adujo- que "ésa es precisamente su obligación política y constitucional, y si no lo hiciera, estaría faltando a ellas.
A su juicio, las desigualdades en la financiación por habitante no se justifican ni por la heterogeneidad de competencias ni por la existencia de otras variables en el modelo, además de la población.
Por eso, justificó la necesidad de modificar el actual sistema de financiación autonómica alegando que produce resultados "indeseados", fundamentalmente desigualdad, poca autonomía y escasa corresponsabilidad fiscal.
Así las cosas, el presidente andaluz acogió "favorablemente" la propuesta realizada por el Gobierno de la nación, a falta de conocer sus detalles y concreciones, por considerarla "adecuada" para responder a los problemas detectados y garantizar que ninguna comunidad pierde recursos con respecto al sistema actual.
En otro momento de su intervención, se mostró convencido de que la reforma de la Constitución "tarde o temprano terminará abriéndose paso", aunque subrayó que "lo prudente, oportuno y políticamente viable" es emprender ese cambio a partir de un consenso básico que abarque a los dos grandes partidos, aunque no sólo a ellos.
Tras admitir que ese consenso no existe al día de hoy, apostó por trabajar para conseguir un clima favorable "a una reforma, sin duda, necesaria y útil para el Estado y para la sociedad".
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