Notas de un lector

El hilo de la vida

La obra poética de Diego Ropero-Regidor lleva latiendo más de tres décadas al compás del rigor y la constancia. Este moguereño del 55, licenciado en Historia de América por la Universidad de Sevilla, y Director del Archivo Histórico y la Biblioteca Iberoamericana de su Moguer natal, acaba de dar a la luz una antología que bajo el título de “Los días cumplidos -1977-2010-” (La Isla de Siltolá. Sevilla, 2011), reúne buena parte de su producción hasta hoy.


Su primer libro, “Perseo”, editado en 1984, abre la senda lírica del vate onubense, con la presencia mitológica de un semidios griego, hijo de Dánae y Zeus, que le sirve como interlocutor para dar cuenta de sus anhelos y desengaños: “Y seguiré,/ seguiré preguntándome/ prolongadamente/ por qué no soy igual a ti,/ como un amante perverso,/ semejante a ti”.
Antonio Molina Flores afirma en el prefacio de esta compilación, que “en los sucesivos libros el poeta sigue manteniendo un tono de intimidad reconocible y se despliega hacia otros modos de escritura (…) A veces cambia los registros y se arriesga en la dispersión de la escritura fragmentaria o en la canción infantil”.
Y en efecto, lo que primero llama la atención del quehacer de Diego Ropero-Regidor, es su versatilidad temática y estrófica, su valiente apuesta por dotar a su lírica de un cántico que abarque una atractiva variedad de paisajes y protagonistas. Todo ello, repercute de manera efectiva y efectista en el lector, pues ante sus ojos se despliega un atlas de brillantes metáforas, de seductoras imágenes que se orillan bajo un verso dúctil y pleno de emotividad: “Cada esquina es recinto/ de adolescencia ida, ocaso junto al río,/ arma punzante que me hiere y que me huye/ y me desborda y me conduce/ al tiempo de los pájaros: memoria/ marcada por las horas”.

Al citado “Perseo”, le seguirían “Dioses” (1986), “Bethesda” (1988), “Vieja herida el río” (1998), “Anoche me visitó la luna” (2001), “La realidad velada de la lluvia” (2004), “Restos del naufragio” (2005) y “El bosque devastado” (2006), poemarios en los que el autor va afianzando y madurando su voz. En ellos, se sitúa cercano a la lúcida reflexión con la que el hombre se enfrenta al paso inexorable del tiempo (“Vas dejando pasar el hilo de la vida/ sin cautela ni aspavientos”); se encara las dificultades y tropiezos que recorren los amantes: adioses, huidas, malentendidos, espinas.. (“Cuando mis labios/ se desangran en ti/ nada perdura”); fabula sobre los sueños escondidos del ayer y la memoria (“Siempre he creído que debajo/ de mi cama/ había un volcán en erupción”)…. Versos, en suma, que no sólo pretenden esenciar el verbo lírico, sino convertirse en himno sanador donde acomodar este vendaval de remembranzas, de hondos sentimientos y de deseos pretéritos y futuros.

Termina este florilegio con algunos textos inéditos, en los que Diego Ropero-Regidor mantiene la tensión lírica e invita a compartir su personal percepción de la realidad vital, al par que no olvida mencionar sus dos grandes amores y que reparte a manos llenas entre Sevilla y Huelva.
En suma, una imprescindible antología para conocer más y mejor una poesía almada y sincerísima.


Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN