La esposa, María Rosa Jimeno, explicó durante su declaración que la cuenta bancaria donde se ingresaron los boletos premiados las llevaba su marido aunque estuviese a su nombre, que no se acuerda quien la abrió, aunque cree que pudo ser ella, pero que de toda la correspondencia que llegaba se hacía cargo Roca.
En los mismos términos se pronunció su hija, María Roca, que aseguró no haber tenido ningún tipo de información sobre la cuenta que tenía abierta en Murcia debido a que la gestionaba su padre.
Durante la sesión también declaró el cuñado de Roca, Antonio Jimeno, exdirector de la sucursal bancaria de Murcia donde Roca ingresó los boletos de lotería premiados, que reconoció que los había comprado.
Jimeno apoyó la declaración de Roca y reiteró que era el único que gestionaba las cuentas pese a estar a nombre de su mujer e hija.
Además, aclaró que aunque en un principio pensó que a Roca le había tocado la lotería más tarde fue él mismo quién le ofreció comprar un cupón premiado, aunque la venta nunca se produjo, según su versión.
Durante toda su comparecencia, Juan Antonio Roca insistió en que las obras de arte, los relojes y plumas que compró no fueron para blanquear dinero ni comercializar.
“Yo he sido amante del arte siempre. Tenía pinturas de autores con los que podía coincidir en Madrid en mi época de estudiante y tengo cuadros de mi época de estudiante”.
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