Andalucía

El Virgen del Rocío avanza en cirugía fetal abierta

Ha realizado 17 intervenciones desde 2007, la última en diciembre a un feto de 26 semanas aquejado de espina bífida

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El Programa de Medicina y Terapia Fetal del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha realizado con éxito 17 intervenciones de cirugía fetal abierta, desde que llevara a cabo la primera intervención de este tipo en julio de 2007, que además fue la primera en el Sistema Nacional de Salud, hasta la última intervención realizada el pasado mes de diciembre para corregir una espina bífida a un feto de 900 gramos de peso a las 26 semanas de gestación.

En rueda de prensa, en la que han intervenido la consejera de Salud, María Jesús Montero, el coordindor del Programa, Guillermo Antiñolo, el jefe de servicio de Neurocirugía del Hospital, Javier Márquez Rivas, y el director gerente del Virgen del Rocío, Francisco Torrubias, la consejera ha señalado que "se trata de un estrategia pensada y madurada", y que "supone una esperanza para muchas familias, porque cualquier ciudadano tiene capacidad de poder acceder a este Programa".

Además, Montero ha apuntado que tres de las cirugías realizadas "fueron para la corrección de mielomeningocele o espina bífida". En estas intervenciones se extrae el feto parcialmente del útero durante la gestación y posteriormente se devuelve a las cavidad uterina para que siga su crecimiento y maduración. Las 14 restantes, informa la consejera, "fueron por procedimiento 'exit', en los que la intervención se realiza momentos antes de nacer, con el bebé aún conectado al cordón umbilical".

Estas intervenciones 'exit' han permitido tratar tumores, rescate pulmonar y patología de la vía aérea, entre otros. En tres de las 14 procedimientos realizados, la intervención se ha practicado en embarazos gemelares. Así, y sobre el Programa, el doctor Antiñolo ha señalado que "en estos cuatro años ha pasado por diferentes momentos, pero el balance es positivo y el resultado ha valido la pena", porque "han sobrevivido pacientes que no hubieran sobrevivido de no ser tratados", resalta.

De este modo, la última intervención de cirugía fetal realizada por el equipo del Virgen del Rocío para corregir espina bífida se realizó el pasado 29 de diciembre, a las 26 semanas de gestación de un feto de 900 gramos de peso. La niña, que se llama María José y que nació por cesárea a mediados de enero de este año, cuenta actualmente con movilidad en sus piernas y, a pesar de la gravedad de la lesión (empezaba a la altura de la primera vértebra lumbar) se han conseguido evitar las complicaciones derivadas de esta anomalía como desplazamiento del tronco cerebral o hidrodrocefalia.

En este sentido, el doctor Javier Márquez ha asegurado que el estado de la niña "es de casi normalidad clínica", aunque "el asunto de los esfínteres, que es nuestra principal preocupación, lo veremos más adelante". Preguntado sobre cómo estaría la niña en el caso de no haber sido intervenida, Márquez ha manifestado que "la mayor parte de los niños con una lesión alta tienen defectos severos en las piernas e hidrocefalia, dos anomalías de las que María José está libre, así que en cualquier caso la situación es mejor que si no la hubiéramos tratado".

Asimismo, Antiñolo ha explicado que este tipo de problema se detecta a las "22 o 24 semana, aunque en el caso de María José hubo un cierto retraso porque fue derivada a otro centro de Venezuela, país de origen de la familia, y luego lo derivaron para acá, y hasta que nos autorizó la Consejería de Salud a tratar el caso hubo un cierto retraso". En este sentido, Javier Márquez aclara que "más que un retraso, lo que hizo esta situación es obligarnos a correr mucho".

Por otra parte, Carolina, la madre de María José (que en la actualidad mide 60 centímetros y pesa siete kilos), ha querido agradecer al Hospital Virgen del Rocío y a todo el equipo médico "su calidad humana", y ha aprovechado su intervención en este acto para hacer un llamamiento a todas las madres "para que no pierdan la esperanza".

PASOS DE LA INTERVENCIÓN

En primer lugar, durante esta intervención en la que han participado una veintena de profesionales, la madre recibe anestesia general junto con un catéter epidural para controlar el dolor tras la cirugía. El útero es expuesto y, tras comprobar la localización ecográfica fetal, se realiza una incisión en el propio útero adecuada para la exposición del defecto fetal. Se realiza una histerotomía (apertura del útero) similar a la de una cesárea, aunque vertical y en el cuerpo uterino, para ofrecer el mejor campo quirúrgico posible. El líquido amniótico se recoge para su posterior utilización si se considera adecuado.

El feto debe ser movilizado para exponer el defecto dentro del campo quirúrgico, y una vez expuesto se realiza anestesia fetal mediante una inyección instramuscualr para controlar el dolor y los movimientos. Tras la anestesia, se libera el defecto de la médula espinal de piel y se corrige el defecto del tubo neural. Después de la corrección, se cierra el útero, reponiendo el líquido amniótico simultáneamente, se introduce el abdomen y se cierra la pared abdominal. Durante todo momento, el feto permanece monitorizado mediante ecografía continúa.

INNOVACIÓN

Durante su intervención el doctor Antiñolo, ha querido resaltar que la "innovación e investigación" han ido de la mano de los adelantos quirúrgico y, de hecho, ha informado de que el centro hospitalario ha patentado, en colaboración con un grupo de investigación de Física Interdisciplinar de la Universidad de Sevilla, un Distractor Quirúrgico Progresivo, que "permite acceder al útero sin hacer herida y conserva el volumen uterino".

Además, ha añadido, "se ha licenciado un quirófano integral portátil, que permite analizar y gestionar las imágenes quirúrgicas para monitorizar y registrar en tiempo real toda la actividad que se desarrolla durante una cirugía".

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