Fue un acto de relevo al frente de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Málaga, tan solemne como histórico, puesto que por vez primer en 248 años una mujer, Flor Carrasco Gómez (1969), letrada en ejercicio desde hace más de 20 años, se ponía al frente de la organización profesional jurídica malagueña. Un hito que busca hoy el reflejo en las cúspides de los otros 10 colegios de abogados existentes en Andalucía, desde Almería hasta Huelva, pasando por Sevilla o Córdoba, presididos por hombres.
El acto celebrado en el Aula Magna de la Universidad de Málaga, donde Carrasco se licenció en 1996, concitó la presencia de más de 500 compañeros de la abogacía, procuradores, autoridades judiciales, fiscales, letrados de Justicia, mandos del Ministerio del Interior y de Defensa, así como de la Subdelegación, Diputación Provincial o de la Junta de Andalucía. También acudieron otros decanos españoles (Valencia o Burgos), que se trasladaron hasta Málaga para asistir a la ceremonia.
En la misma, la nueva decana utilizó el poema de Konstantino Kavafis, 'Camino a Itaca', (nombre dado también al grupo de whatsapp para su equipo de campaña) para recordar a los integrantes de la nueva Junta de Gobierno, formada por 14 letrados más, que el viaje en la defensa de la abogacía malagueña no será fácil aunque sí "lleno de aventuras y experiencias", para tratar de mejorar las condiciones profesionales de los colegiados, ejercientes o no.
Entre ellas citó, en presencia de la presidenta de la Audiencia de Málaga, Lourdes García Ortiz, y de la nueva decana de los jueces, Cristina Hurtado de Mendoza, su compromiso por "hacer que se respete nuestra labor en las sedes judiciales y el ejercicio del derecho de defensa", donde a diario, en los juzgados y en las ocho delegaciones con que cuenta el colegio de Málaga en la provincia, ejercen parte de los 6.177 abogados.
"Las ventanillas y los timbres son para las recepciones de los hoteles, pero nunca para los juzgados", dijo la nueva decana de la Abogacía malagueña, que consideró necesaria una mayor inversión para la Administración de Justicia, "que tiene unos ratios de expedientes judiciales inasumibles para nuestros jueces y magistrados".
DEFENSA PARA UNA JUBILACIÓN JUSTA
Flor Carrasco dijo, además, estar comprometida con una sola palabra para la Abogacía de su provincia:"dignidad. Para una jubilación justa y una pasarela voluntaria al RETA", el sistema de cotización a la Seguridad Social al que muchos colegiados españoles aspiran a entrar.
La letrada ha hecho suyas parte de las propuestas del movimiento de abogados de la provincia y del resto de España, que aspira a buscar un acuerdo con el Gobierno central para que los letrados puedan percibir una pensión más allá de los 400 o 600 euros mensuales, que cobran algunos de sus compañeros mayores.
"Pedimos una dignificación del turno de oficio para tener una retribución justa por haber ejercido una relación laboral especial al servicio a la Administración y para toda la sociedad", indicó en su intervención.
En sus 20 minutos de intervención señaló sobre el proceso electoral vivido que
"por suerte este Colegio es diverso, con abogados con toga y sin toga, de los despachos grandes o pequeños", y
aprovechó para recordar a los otros tres candidatos que pugnaron con ella al decanato en las elecciones el pasado 22 de noviembre (Regina Apalategui, Nieves Fernández y José Antonio Prados). La lista de Flor Carrasco se hizo, finalmente, con todos los puestos (15) que cada candidatura presentaba.
La nueva decana recordó que algunos de los miembros de su Junta son hijos de abogados ilustres de Málaga, comprometidos con el derecho de defensa durante décadas, y de los que dijo ella había aprendido durante su ejercicio profesional. Agradeció el trabajo diario a los empleados que tiene el Colegio y sus delegaciones, ya que sin ellos "la sede del Paseo de la Farola número 13 no sería lo que es".
Flor Carrasco juró su cargo ante el que hasta hace unos meses había sido su decano, Salvador González, hoy presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), que insistió en su intervención que los "letrados andaluces saben y quieren trabajar unidos".
González aprovechó su despedida para recordar los 85.000 alumnos que se han formado en cursos promovidos por el Colegio de Málaga, que entre 2020 a 2024 ha sufrido una pandemia y varias huelgas de funcionarios, que han alterado el trabajo diario. Concluyó que en sus cuatro años de mandato se había ampliado la oferta tecnológica, por medio de la web y de la biblioteca, así como de un programa de inteligencia artificial jurídica abierto a los despachos de abogados.
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