Málaga sufre este miércoles unas nuevas inundaciones, casualmente en la víspera de un 14 de noviembre como el de 1989, cuando el cielo se derrumbó sobre la ciudad y comenzaron unas lluvias torrenciales, causadas por un fenómeno meteorológico excepcional, que se prolongaron durante varias semanas.
Aquellas precipitaciones, hace ahora 35 años, originaron sucesivas riadas que se saldaron con ocho víctimas mortales, miles de damnificados y millonarias pérdidas materiales.
Un anticiclón se instaló sobre las islas británicas de forma persistente y desplazó hacia el sur durante ese periodo las borrascas que suele llevar a sus cielos el denominado flujo de los Oestes, según explicaron los meteorólogos.
Lo que en el Reino Unido habrían sido lluvias moderadas, en la provincia malagueña se convirtieron en repetidas trombas, debido al agravante de tratarse de una zona con vientos más cálidos, y finalmente la situación remitió al retirarse el anticiclón de las islas.
No fue una 'gota fría'
El hecho de que un anticiclón situado en esa zona desplace las borrascas hacia la península ibérica no es excepcional, aunque sí que permanezca durante tantos días como en 1989, y en aquella ocasión no se trató de una dana o 'gota fría' como las que suelen descargar especialmente en la zona mediterránea.
Las lluvias torrenciales comenzaron el 14 de noviembre, cuando prácticamente anocheció al mediodía en la capital malagueña antes de que el cielo descargara 143 litros por metro cuadrado de lluvia y granizo, que tiñeron de blanco la ciudad y causaron ya las primeras inundaciones.
Con algunas jornadas intermedias de tregua, también se registraron copiosas precipitaciones el 19 de noviembre, con 49 litros por metro cuadrado; el 20, con 57 litros; el 21, con 72 litros; el 22, con 51 litros, y el 26 de noviembre, con 75 litros por metro cuadrado.
Ello supuso que, solo en la segunda quincena de aquel noviembre, se alcanzaran unas precipitaciones totales en la ciudad de 497 litros por metro cuadrado, casi lo mismo que suele llover en Málaga durante los doce meses del año, ya que la media anual desde el año 1942 era de 524 litros por metro cuadrado.
El noviembre más lluvioso
También fue, con mucha diferencia, el noviembre más lluvioso de la historia, ya que el siguiente con más precipitaciones solo registró 295 litros.
Al final de ese año 1989, las lluvias totales recogidas entre enero y diciembre alcanzaban los 1.093 litros por metro cuadrado, cifra que hasta entonces solo había sido superada en 1969, con 1.172 litros, y 1970, con 1.154 litros.
Las cifras de la capital fueron ampliamente rebasadas en algunos puntos de la provincia, especialmente la Serranía de Ronda, ya que en el municipio de Cortes de la Frontera se alcanzaron solo en noviembre los 1.097 litros por metro cuadrado; en Cartajima, los 960, y en Gaucín, los 800, cantidad a la que se acercó Alcaucín, en la comarca de la Axarquía.
La persistencia de las lluvias impidió al terreno la absorción del agua, lo que causó la formación de escorrentías y el desbordamiento de numerosos ríos y arroyos, entre ellos el Guadalhorce, que en su tramo medio llegó a desbordarse hasta en siete ocasiones y en su desembocadura alcanzó una altura cercana a los nueve metros.
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