Yo no sé lo que moveré en la gente, pero mi objetivo es que cuando me baje del atril tenga la satisfacción de haber completado un buen trabajo. Es decir, que le haya dado al pregón de la Semana Santa de Chiclana el lugar que se merece, aportándole todo de lo que yo soy capaz” . Con estas palabras, sentidas, ilusionadas y de responsabilidad, ‘dibuja’ María Parra el horizonte del que está llamado a ser uno de los días más importantes de su vida como chiclanera y creyente, ese en el que pregonará una de las fiestas con letras de oro de la ciudad.
Sorprendida por su designación, “no respondó al perfil del pregonero tradicional”, esta chiclanera reconoce que, en lo “primero que pensé fue en mis hijos. Ellos, cualquier cosa que tenga que ver con la Semana Santa, lo viven mucho, con una extraordinaria ilusión. Viven mucho la fe desde la hermandad y fueron los que, nada más saber que existía tal posibilidad, me animaron a aceptar esta gran responsabilidad”.
“Yo”, recuerda, “aprendí a vivir la fe en comunidad, en La Salle, de modo que me preocupo de transmitirles cómo se vive la fe en comunidad. la suya es la hermandad y en ella viven la fe de verdad”.
Sabeedora de que será la primera chiclanera en pregonar la Semana Santa local, María Parra le resta importancia, ya que, como dice, “ya ha habido una mujer que lo hizo y, además”, subraya, “otras muchas chiclaneras han dado pregones de otro tipo o realizado exaltaciones, que son cosas muy similares”.
“En nuestra Semana Santa”, resalta, “hay muchas mujeres preparadas. De hecho, hay hermandades dirigidas por nujeres, también tienen una presencia muy importante en las cuadrillas de costaleros y, como es sabido, hay hermanas mayores que son mujeres”.
“Qué quiero decir con ello”, añade, “pues que en nuestra Semana Santa las mujeres ya han andado un camino bastante largo”.
“Yo no sé como están las cosas en otras ciudades, pero lo que sí puedo decir es que en Chiclana las mujeres siempre han estado ahí, participando de una forma activa”. “Es más”, destaca”, en mi opinión, la fuerza cofrade ha ido creciendo a la vez que se han ido incorporando las mujeres. Algo que ha sucedido de una forma muy natural y muy respetuosa”. Incorporación que, junto a la “fuerza de la juventud”, la pregonera considera argumento de peso para explicar el crecimiento experimentado por la Semana Santa chiclanera.
“Yo recuerdo que antes, desde San Telmo, Iglesia Mayor, la iglesia de las monjas y Santo Cristo, las hermandades no salían de forma diaria e, incluso, solo salía una. En cambio, ahora tenemos Madrugá; casi todos los días sale más de una hermandad, algunas incluso dos veces (caso de La Borriquita); se incorporan muchos jóvenes y nuevas hermandades y, además, contamos con imágenes y titulares nuevos”.
“En definitiva”, apunta la pregonera, “en torno a nuestra Semana Santa se ha generado mucho movimiento e iniciativas. De ahí la gran actividad que existe en todas las hermandades y que no se limita a la Semana Santa, sino que se proyecta prácticamente a todo el año”.
“A mí, en particular”, resalta, “me genera gran admiración el grupo joven, con chicas y chicos muy preparados, que hacen gala de un inconformismo en positivo para hacer seguir creciendo a nuestra Semana Santa”.
Emociones y realidades a las que, María Parra buscará dar eco en su pregón. En su memoria, el pregón que en su día ofreció Ángel González Bueno. “Para mí”, recuerda, “emocionalmente fue muy importante, ya que yo lo llevé durante mucho tiempo delante de la virgen, siendo muy chiquitito”. “Es más”, confiesa, “fue la primera persona que llamé nada más conocer la decisión del Consejo Local de Hermandades y Cofradías”.
A la espera de que llegue ese día, su gran día, a nadie se le escapa la humanidad y compromiso de quien ha sido llamada a una de las grandes responsabilidades de la Semana Santa de Chiclana
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