Mil visitas, un éxito

El Metropol Parasol nunca escapará de la polémica, es inevitable, por su propia ubicación y por su propia naturaleza. Hay quien sueña verlo desaparecer como en su día alguien eliminó de nuestro urbanismo las puertas que flanqueaban la antigua ciudad. Pero las mil visitas que ha tenido el mirador en su primer día abierto al público merecen una reflexión serena y, sobre todo, un reconocimiento de lo que ya todo el mundo sabe, que el hecho de ser como es y estar donde está le confieren a este proyecto un atractivo que la ciudad de Sevilla tiene que saber aprovechar y valorar.La existencia de un edificio con el carisma del Metropol Pasasol puede que resulte chocante junto a la arquitectura que le rodea, pero ni los propios sevillanos ni mucho menos los turistas que se acercan hasta él pueden evitar su atracción. Habrá a quien no le interese e incluso quien se niegue a subir a su mirador, pero las primeras cifras dan buena fe de que puede convertirse en un elemento más para atraer el turismo a Sevilla. El Guggenheim de Bilbao, las Cuatro Torres Business Area de Madrid o la Torre Agbar de Barcelona son algunos ejemplos de proyectos arquitectónicos que han recibido críticas de sus conciudadanos y, sin embargo, se han convertido en una parte más de la oferta de la ciudad. También el Metropol Parasol es y debe contar entre la oferta de la ciudad.

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