Los familiares de Miguel Ortiz, el soldado cántabro desaparecido en noviembre del año pasado en Ucrania, le dan por muerto y han organizado un funeral en su memoria, que se celebrará el próximo 27 de septiembre en la parroquia de San Miguel de Meruelo.
"A falta de comunicación oficial por parte de las autoridades, la familia realizó averiguaciones que confirmaban su fallecimiento", han señalado los allegados al militar, de 43 años, casado y con dos hijos, de 14 y 19 años.
En distintas publicaciones en redes sociales, consultadas por Europa Press, comunican que Miguel Ortiz, natural de Anero (Ribamontán al Monte) y residente en Meruelo, "perdió la vida el 22 de noviembre de 2023 cuando realizaba una misión de rescate de compañeros" mientras estaba combatiendo en Ucrania como voluntario.
Apuntan no obstante que las circunstancias de este hecho están aún por esclarecer, y lamentan que "hasta la fecha ha sido oficialmente imposible tanto la confirmación del suceso como la recuperación de su cuerpo".
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España confirmó el pasado febrero que este soldado cántabro voluntario en Ucrania estaba "desaparecido" y que dicha desaparición habría tenido lugar en noviembre.
Ortiz, con 18 años de servicio en el 64 Regimiento de Cazadores de Montaña del Ejército español, formaba parte del Primer Batallón de la Tercera Compañía de la Legión Internacional, que lucha en Ucrania contra la invasión de Rusia. Según compañeros suyos de armas, habría muerto en un ataque ruso en el frente de Andriivka, en la provincia de Donetsk.
Sus allegados agradecen las muestras de "cariño y respeto hacia Miguel" recibidas desde entonces y anuncian una misa en su honor, el 27 de septiembre, viernes, a las 17.00 horas en la iglesia de San Miguel de Meruelo.
Los familiares de Ortiz reclamaron al Ejército de Ucrania y al Ministerio de Asuntos Exteriores de España que se hicieran cargo de la desaparición, buscaran el cuerpo y lo trajeran "a casa".
"Saben perfectamente dónde ha caído. Que hagan lo que tengan que hacer, que busquen la forma de hacerlo, para recuperar el cuerpo, esté donde esté", pedía su hermana, Beatriz Ortiz, cuando llevaban más de tres meses sin saber nada de él.
Ya entonces daban "casi por descartado" que hubiera sido tomado como rehén y prácticamente habían perdido toda esperanza de que estuviera vivo, dado el tiempo transcurrido y porque, en ese caso, creen que habría contactado con ellos.
La última comunicación tuvo lugar el 22 de noviembre de 2023, cuando les mandó un vídeo en el que les contaba que le habían mandado a una misión "de rescate", de militares que habían desaparecido y, al parecer, estaban heridos.
Desde entonces, no han vuelto a saber nada de él, ni tampoco sus compañeros de armas. Días después, uno de estos últimos contactó con los familiares para comunicarles que Miguel había "caído", tras resultar herido grave después de un ataque ruso con drones en el frente de Andriivka, en la provincia de Donetsk.
Y esa misma noche, la Embajada habría llamado a la esposa del militar para comunicarle que el cántabro estaba "desaparecido en combate", "en acción de guerra".
Miguel Ortiz había trabajado en la 64 compañía Regimiento de Cazadores de Montaña del Ejército español, en los cuarteles de Munguía (Vizcaya) y Jaca (Huesca).
Tras participar en diferentes misiones, combatiendo en Afganistán o Malí, decidió alistarse en la Legión Internacional para luchar en Ucrania, país al que fue el pasado octubre desde Lérida (donde realizó un curso previo) y que lleva dos años en guerra con Rusia.
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