Los operarios consiguieron a primera hora frenar la filtración de agua radiactiva que fluía al Océano Pacífico
desde la pared de una fosa cercana al reactor 2.
La grieta, descubierta el pasado sábado, fue sellada gracias a la inyección en el subsuelo de la central, cerca del reactor 2, de silicato de sodio, un polímero soluble que al endurecerse bloqueó la salida de agua contaminada.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón pidió a TEPCO que vigile la fosa por donde escapaba el agua radiactiva y que contribuyó a que la radiación en el mar llegará a superar 7,5 millones el límite permitido.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es