Estamos en 2024, siglo XXI y los terraplanistas crecen como hongos en una bodega. Los finis terrae, esos lugares donde termina el mundo están otra vez de moda.
Defender la postura más absurda con argumentos está en manos de un buen orador, exacerbado por unos oyentes dispuestos a que le revelen la verdad después de muchos años de recibir clases de ciencias “manipuladas”.
Esto demuestra que se puede convencer a un esquimal para que compre una nevera.
Miedo da, pero lo de que la Tierra es plana es el colmo de las fakes news y se extiende como la pólvora en un país tan poblado como Estados Unidos. Si se puede convencer de esto, se puede hacer creer cualquier cosa, tergiversando el pasado al gusto de cualquier grupo de poder.
A este modelo de adoctrinamiento le molestan las leyes de memoria histórica. No sé puede explicar de otra manera que haya tanto rechazo por restituir la verdad en España.. Todo el mundo merece poder devolverle la dignidad a un antepasado que fue fusilado sin juicio y sin causa y enterrado en una cuneta. Para sacarlo de ésta y darle un entierro digno han tenido que venir los japoneses en algunos casos porque aquí el proceso es lento y escaso de fondos.
El pasado franquista se pinta del color que más le favorece a la ultraderecha para poder adoctrinar a los jóvenes. Todos estos chavales comulgan a pie juntillas con lo que se le dice y están en contra de las leyes de memoria histórica.
No teníamos bastante con los mayores que defienden que fueron dos bandos y que cada uno hizo lo suyo. Lo que fue es un golpe de Estado sangriento contra una democracia legalmente constituida. La entrada en Badajoz fusilando a todo el que tuviera una peca, cardenal o señal alguna en el hombro, lo que le hacía sospechoso de haber disparado, es buena muestra de ello.
El que Franco pudiera acabar antes la guerra pero que la prolongara para someter a España hasta los cimientos, era una estrategia de tierra quemada para que después no hubiera problemas de levantamientos. Cuando se hizo caudillo, no quedó nadie para hacerle frente. Y ni siquiera ahora se puede hablar de ello, hay un deseo de tapar la historia.
Esto ocurre así en otras partes, el Archivo de las Abuelas de la Plaza de Mayo, se está quedando sin fondos para mantenerse. O quizás sea que no interesa que se mantenga, es una piedra enorme que impide tapar la barbarie de una dictadura que hizo desaparecer a hombres y mujeres jóvenes y a sus pequeños. Para cada uno de ellos hay preparada en el archivo una caja que les devuelve la identidad: fotos, cartas, noticias de sus padres y abuelos.
Si la Tierra es plana, Videla y Franco fueron prohombres de la historia de sus países y hemos dejado de girar.
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