La primera mujer de Arabia Saudí con licencia de piloto de rally, Mashael Al-Obaidan, es una apasionada de la aventura, tiene un máster en Ingeniería de Sistemas y, tras participar en aguas de Marbella en la E1, la conocida como la Fórmula 1 Eléctrica del Mar, ya sueña con el París Dakar 2025. "Cuando te pones el casco no importa si eres hombre o mujer, solo pilotar", asegura en una entrevista con EFE.
Dentro del agua no tiene cabida el género, subraya, ahí de lo que se trata es de talento, de habilidades, de quien aprende más rápido y del trabajo en equipoEl París Dakar es lo máximo para un piloto de rally y nada se puede comparar en dificultad a esta competición sobre el mar, asegura la joven saudí, que ya se prepara para participar en la próxima edición de esa emblemática carrera.
Competir en el mar está siendo para ella muy difícil y la de Marbella ha sido la tercera prueba en la que participa este año en esta modalidad, donde cada cita, explica, es muy distinta a la anterior debido a que el tiempo y las condiciones meteorológicas son diferentes en cada ubicación.
Y es que manejar en el agua es completamente diferente a pilotar en la arena del desierto en el que ella dio sus primeros pasos como piloto.
En la arena tienes que ser mucho más fuerte y sujetar con firmeza los mandos. En el mar, en cambio, debe ser todo lo suave y delicada posible para controlar el vehículo y no salir volando, aclara. "Cada vez que corres en el agua, sientes como si fuera la primera vez", precisa.
La experiencia de correr en el agua
La carrera que disputó hace unos días en Puerto Banús, en la que acabó con la parte frontal del vehículo rota, fue muy dura porque nunca había pilotado en estas condiciones. Sin embargo, fue también una buena experiencia. "No puedo esperar para la próxima vez", añade.
No conocer bien las aguas en las que se va a competir y no poder entrenar mucho en ellas es precisamente uno de los mayores retos de este tipo de competiciones, donde el terreno de juego varía constantemente, lo que le añade bastante emoción, comenta.
Dentro del agua no tiene cabida el género, subraya, ahí de lo que se trata es de talento, de habilidades, de quien aprende más rápido y del trabajo en equipo. Eso es lo que más le gusta de la competición en general y de la Fórmula E del Mar en particular: que solo se tiene en cuenta a la persona, sin importar si quien está al volante es un hombre o una mujer.
En ocasiones los conjuntos son mixtos, en otros están formados por dos personas del mismo género, pero lo importante es que cada miembro aporta algo y al final lo que prima es apoyar al equipo para que vaya adelante.
Un icono en Arabia
Para muchas mujeres del mundo árabe, especialmente para las más jóvenes, Mashael Al-Obaidan se ha convertido en un icono, un modelo a seguir. A ellas les anima a perseguir sus sueños. "No importa si eres un chico o una chica, yo siempre digo: ve tras tus sueños", aunque "obviamente a veces no es fácil y tienes que insistir una y otra vez hasta lograrlo", precisa.
Para ella ha supuesto todo un reto, no exento de gran dificultad, participar en el París Dakar y no ha sido sencillo lidiar con todo lo que ha vivido hasta llegar ahí, pero anima a los jóvenes a seguir luchando y trabajando para alcanzar sus metas, por complicadas que sean. "Si realmente es eso lo que quieren, seguro que lo conseguirán", sentencia.
A Mashael Al-Obaidan siempre le interesaron el deporte y las actividades al aire libre. Heredó su pasión por la naturaleza y los deportes de motor de su padre, que fue quien le regaló su primer 'quad' para surcar las dunas de su Arabia Saudí natal cuando aún era una niña.
Asegura que siempre ha contado con el apoyo de su familia, que supo desde el momento en que nació que era "la loca de la casa". "Por eso me dejaron hacer", bromea.
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