A perro flaco todo son pulgas. 50 familias de la barriada La Verbena de Arcos se arriesgan a perder literalmente sus viviendas si en cuestión de días no comienza una obra de urgencia tras haberse detectado un problema estructural en el bloque de pisos, el conocido como R-5.
De no acometerse los trabajos con esa urgencia, y ante la visita de los técnicos municipales, las casas tendrían que ser desalojadas, dejando sin sentido alguno las actuaciones anteriores para la consolidación de los terrenos de toda la barriada.
Los gastos, tanto de la obra como del servicio que prestan los ingenieros y la licencia de obra municipal tienen que ser sufragados por los vecinos, suponiendo otro varapalo económico y emocional tras décadas de lucha. Se da la circunstancia de que, a pesar de que los afectados en su mayoría han depositado lo que les corresponde, aún quedan vecinos que no han podido hacer frente a la totalidad de la derrama (reparto de un gasto eventual).
Esta situación agrava sin duda la ya de por sí triste realidad de toda la barriada de La Verbena, donde aún está pendiente una fase de trabajos de la Junta de Andalucía para la reurbanización de la zona tras obras anteriores consistentes en la inyección de hormigón a los bloques de viviendas y, antes, la extracción de agua de la ladera. Hace tan solo unos días, el propio alcalde de la ciudad, Miguel Rodríguez, señalaba a los medios que su equipo de Gobierno estaba comprometido con La Verbena, en alusión a las recientes actuaciones para la limpieza de la barriada y apertura de viales.
También aseguraba que en breve se firmaría ese convenio con la Junta de Andalucía que fue uno de sus compromisos electorales. El alcalde se ha referido a la imposibilidad legal de condonar la licencia de obras porque sencillamente la Ley no lo permite. En este sentido, señala a este medio que no puede incurrir en un delito de prevaricación a pesar de comprender el desasosiego de las personas y familias afectadas.
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