—¿Está decepcionado por la postura del PP a la hora de implicarse en las propuestas del Gobierno andaluz para hacer frente a la crisis?
—La labor de la oposición no es facilitar el trabajo de un gobierno. Su principal responsabilidad es fiscalizar la labor de un gobierno. Pero bien es cierto que en un momento complicado como el que estamos viviendo, la responsabilidad de la oposición sí debería llevarle a estar en los grandes temas, como la lucha contra la crisis económica, y en ese espacio, por mucho que se busque, no se encuentra a Arenas. Arenas está entorpeciendo, echando tierra en la maquinaria de gobierno de la Junta, intentando impedir con su bloqueo continuo y con su actitud negativa e irresponsable el desarrollo de las medidas que está impulsando el Gobierno andaluz para combatir el desempleo y ayudar a las empresas y a las familias que están en dificultades. Creo que es una actitud irresponsable e inasumible. Arenas parece no entender que son perfectamente compatibles la fiscalización de la labor del gobierno y estar al lado del gobierno, como están los sindicatos y como están los empresarios ante las grandes cuestiones que tiene planteadas Andalucía.
—¿Cree posible llegar a algún tipo de acuerdos con el PP al respecto?
—No. El PP de Arenas tiene un problema de soberbia en estos momentos, y es que se está creyendo que lo que algunas encuestas le están diciendo es el escrutinio de las urnas. Y está en una actitud irresponsable, va de sobrado por la vida, y eso le lleva a ser sordo a las demandas que le plantean los andaluces y a ser absolutamente indolente ante los problemas que tienen los propios andaluces. No va a cambiar, porque a estas alturas es un político muy viejo en la política andaluza. Siempre se ha comportado de la misma manera, con escaso sentido de compromiso con la realidad de Andalucía.
—¿Cómo valora esas encuestas? ¿Cree que van a influir en el trabajo parlamentario del PSOE?
—Un grupo parlamentario tiene que sacar adelante un proyecto de gobierno en atención al interés general, no en atención a lo que digan las encuestas. Nosotros valoramos esas encuestas dentro de un momento complicado en el que los ciudadanos han tenido que asumir decisiones que son difíciles, pero indispensables para garantizar el sostenimiento del Estado y del propio estado del bienestar, y que frente a esas medidas y a su propia situación personal, hay una reacción que es gratuita, que no significa ningún compromiso más allá de la escenificación de un enfado, y una cierta desmovilización de todos los trabajadores, pero estamos seguros de que cuando llegue el momento de la materialización del voto, cuando la gente tenga de verdad que coger la papeleta, va a ser coherente y va a ser sensata y va a votar por aquello que sabe que va a estar en la base de la solución del conjunto de los problemas que tiene planteado en estos momentos Andalucía y España. Estoy seguro, lo mismo que en las municipales, el PSOE va a ganar las elecciones y las va a ganar bien, porque el voto mayoritario en Andalucía va a ser el del PSOE, y va a haber un gobierno socialista sin ninguna duda.
—¿Entiende, pues, que no son las encuestas, sino el PP el que está dibujando ese escenario futuro de un gobierno autonómico no gobernado por el PSOE?
—El PP está jugando a un juego muy viejo al que la derecha ha jugado siempre que es el de las profecías autocumplidas. Está intentando engañar de nuevo a los ciudadanos, trasladando una sensación de que no hacen falta las elecciones, de que ya se han producido y hay una realidad que es la que le gustaría al PP, y eso es completamente irrespetuoso con la voluntad de los ciudadanos. No está respetando este momento sagrado de la democracia y actúa con prepotencia que da cuenta de la ralea política que sigue teniendo la derecha en Andalucía.
—Sin embargo, hay muchos municipios gobernados por el PSOE en los que parece respirarse esa necesidad de cambio de gobierno.
—No es exactamente así. Los ciudadanos tienen ya un nivel de madurez democrática muy grande y en función de esa madurez entienden perfectamente la política y van a tomar sus decisiones en cada ámbito y en función de cómo le haya ido la vida en ese territorio. En las municipales, los ciudadanos van a tomar la decisión en función de si su alcalde ha estado cerca y al frente de los problemas, o lejos y fuera de la realidad. Los alcaldes socialistas han estado permanentemente al frente de los problemas, en la realidad de sus municipios, ayudando a sus vecinos y dando una respuesta. Además de eso, que no han hecho los alcaldes del PP, tumbados a la bartola esperando que la crisis afectara a la credibilidad del gobierno de España, los alcaldes socialistas han seguido modernizando su pueblo, aumentando el nivel de servicios públicos, apostando por el empleo, generando las condiciones para que haya viviendas asequibles en sus municipios…, y han respondido ante momentos tan delicados como se han vivido estos años, y en función de eso es como la gente va a votar.
—¿Qué opinión le merecen entonces las encuestas divulgadas por el PP sobre su crecimiento de cara a las municipales?
—El PP ha sacado encuestas de los veinte duros. Encuestas que elabora Antonio Sanz en la calle San Fernando en Sevilla, que la hace entre él y un par de amigos, con la misma rigurosidad científica que los vaticinios de Rappel, y que no tienen la más mínima seriedad. Eso más que encuestas son buches de aguas de azahar que está queriendo dar a sus candidatos para que aguanten hasta las elecciones.
—¿Qué balance hace de su nuevo trabajo parlamentario, al frente del cual va a cumplir ahora su primer año?
—El año 2010 ha sido el más intenso en términos legislativos de la autonomía, y me siento muy orgulloso del trabajo desarrollado por mi grupo al respecto. Hemos sacado adelante trece proyectos legislativos que dan una idea de la fuerza, el impulso y la iniciativa política que tiene el grupo parlamentario socialista; desde la ley de derecho a la vivienda, las leyes locales, que son una auténtica revolución institucional en el conjunto del Estado, la ley de muerte digna, la ley del agua, la ley de apoyo a las víctimas del terrorismo…, todas importantísimas en su destino y en el fondo.
—¿Está en disposición de asegurar que mejorará la creación de empleo en 2011 en Andalucía?
—Creo que las cifras que se van conociendo y los indicadores económicos reflejan ya una tendencia de recuperación económica. Eso se va a manifestar primero en términos de crecimiento económico y va a tardar un poco más en manifestarse en términos de empleo. Yo espero que a lo largo del segundo trimestre de este ejercicio económico se consoliden las cifras de crecimiento neto en términos de empleo. Hay una dificultad importante, y es que tenemos la mayor tasa de crecimiento de la población activa del conjunto de España y una de las primeras del conjunto de la UE. Somos el territorio donde más gente se va incorporando al mercado de trabajo, y si el mercado de trabajo en estos momentos tiene dificultades, no solo tiene que asumir el crecimiento natural de la población activa, sino que crece por encima de la media española, en torno a un 11%.
—¿Cree que las ayudas a la formación para parados de larga duración es la solución para reincorporarlos?
—El Gobierno de la Junta pactó con el de España hacer de Andalucía el primer territorio donde se pongan en marcha las nuevas políticas activas de empleo y eso va a estimular la búsqueda activa de empleo. El propio trabajador-desempleado debe entender que es protagonista de su empleabilidad, desde el momento en el que vea que una mejor formación y una actitud activa ante la búsqueda de empleo van a ser pilares fundamentales para poder abandonar el desempleo. Las nuevas políticas de empleo van encaminadas a ese objetivo: mejorar la formación, la capacitación y la empleabilidad de los desempleados andaluces y ayudar a vincular políticas activas y políticas pasivas, ya que detrás de éstas es donde se encuentra el colchón que ayuda al desempleado a asumir su situación con cierta capacidad de renta, pero eso hay que compatibilizarlo con la búsqueda del empleo, y estamos completamente convencidos de que las medidas que se están poniendo en marcha van a permitir compensar que esa renta desaparezca pero tenga una compensación en materia de formación y de empleo.
—La ejecutiva federal les ha citado para abordar estrategias de cara a las negociaciones con los agentes sociales, ¿qué esperan ustedes de ellos?
—Nosotros hemos optado por un modelo en el que los agentes sociales son actores activos en el diseño de las políticas económicas y en la gestión de esas mismas políticas. Creo que las reformas que ahora plantea el Gobierno de España son indispensables para mejorar un mercado de trabajo que se ha demostrado deficiente y débil ante una caída de crecimiento económico como el actual. Nuestro mercado de trabajo era un gigante con los pies de barro que ha permitido crear mucho empleo mientras se crecía, pero que cuando hemos empezado a decrecer ha destruido mucho empleo. Por tanto algo hay que cambiar ahí, y ni los sindicatos ni los empresarios pueden hacer oídos sordos, cada uno por la parte que les toca en este negocio, y a eso es a lo que está atendiendo el Gobierno, a mejorar las condiciones apostando por la flexibilidad, pero también por la estabilidad, para fortalecer el mercado de trabajo y la relación del trabajador con su empresa. Todo ello sin disminuir los derechos de los trabajadores. Con respecto a las pensiones, no estamos para juegos. No están en juego las pensiones de los que están cobrando ahora o en el año 2027. Pero sí puede haber problemas a partir de 2027. Yo tengo ahora 40 años y quiero cobrar mi pensión cuando llegue a los 65 y quiero que haya un sistema para que cuando llegue ese momento haya recursos en la caja y suficiente aportación por parte de los activos para que los pensionistas puedan cobrar. Y a eso tampoco se pueden negar los sindicatos. Sobre eso no se puede mentir de manera descarnada, demagógica e infame como está haciendo el PP intentando engañar a los pensionistas de este país; primero, diciendo que se van a bajar las pensiones, cosa que es falsa, y segundo diciendo que esta reforma se va a llevar por delante las pensiones de los actuales pensionistas. Eso es mentira y espero que la nueva vía de diálogo con sindicatos y patronal permitan resolver la situación. Y si no se resuelve por la vía del diálogo no será porque no lo ha intentado el gobierno una y otra vez.
—En el plano laboral, el sector Industrial no vive su mejor momento; ¿qué es necesario para que vuelva a tirar de la economía?
—Creo que hay futuro y vamos a apostar porque haya futuro, pero cumpliendo unas condiciones. Primero, tiene que ser un sector industrial que no contamine. El sector tendrá que invertir para garantizar la mejora de la calidad ambiental. Segundo, que cree empleo y se apueste por el empleo. Vamos a apostar, pues, por más empleo industrial, pero en un entorno menos contaminante y más sensible con nuestra tierra. A partir de ahí lo que hay que asegurar es un sector industrial moderno, que inverta en nuevas tecnologías y que no contamine.
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