El último pleno del año estuvo marcado por las intensas precipitaciones que asolaban de vez en cuando los patios del antiguo Hospital de las Cinco Llagas y por la encuesta del IESA, cuyo trasfondo con el PP a las puertas de la mayoría absoluta y el desgaste del PSOE salió a colación en numerosas ocasiones, tanto en la sesión del jueves como en la escasa hora y media que duró la de ayer, que terminó, como siempre, con los diputados (este año, muchos más que en otras ocasiones) cantando villancicos.
A pesar de que los grupos parlamentarios habían presentado alrededor de 900 enmiendas, como ha ocurrido en años anteriores, sólo fueron aceptadas 13 de Izquierda Unida y ninguna del Partido Popular, además de las 40 presentadas por los propios socialistas. En esta ocasión, las negociaciones no han provocado reuniones de última hora entre portavoces y la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, justificaba la escasa receptividad ante las enmiendas en que no tenían “espíritu constructivo”, aunque sí aceptaba que han sido las cuentas “más difíciles”, por el descenso de los ingresos y la necesidad de priorizar en políticas sociales y aquellas generadoras de empleo.
De hecho, la Junta asegura que a pesar de que el presupuestos desciende en unos 2.000 millones con respecto al año anterior, sí contribuirán a que crezca la economía andaluza en un 1,3% y se aumente la población ocupada en el 0,8 por ciento (unos 25.000 empleos), aunque este año no han querido hacer una estimación de la tasa de desempleo.
Lo que sí entrará en vigor cuando se inicie el año serán nuevas tasas impositivas, como las de las bolsas de plástico, el céntimo sanitario o la tasa de los depósitos bancarios (que será recurrida por el Gobierno central si no se llega a un acuerdo previo), además de un incremento impositivo del IRPF para las rentas más altas con los que el Gobierno andaluz prevé recaudar entre 900 y 1.200 millones de euros hasta 2013.
La encuesta del IESA
La sesión, sin pocas novedades políticas a excepción del rescate político del ex portavoz parlamentario del PSOE, José Caballos, en la defensa de las cuentas andaluzas, estuvo más marcada por la lluvia y los ecos de los resultados del IESA, que sitúan al PP rozando la mayoría absoluta.
Sin embargo, el secretario general del PP, Antonio Sanz, trasladaba los resultados de la encuesta a escaños y aseguraba ayer que los populares conseguirían la mayoría absoluta, alcanzando los 58 diputados (once más) y dejando al PSOE con 43 (13 menos) y a IU con 8, dos más que en la actualidad, siendo Sevilla la única provincia en la que no conseguirían ganar al PSOE.
Según Sanz, los datos reflejan una “tendencia de cambio” político y una “clara opción” del PP de tener una mayoría suficiente para gobernar en la comunidad, de forma que el cambio “es una realidad”.
En este sentido, Sanz aseguraba que dentro del PSOE se empieza a “desmembrar cada vez más” el equipo político del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, hasta el punto de que desde el PP se percibe a este equipo “roto”, de forma que hay dos vicepresidencias “de facto” en las figuras del diputado José Caballos y la miembro de la Ejecutiva regional Amparo Rubiales.
Mientras Antonio Sanz ofrecía esta rueda de prensa, convocada pocos minutos después de que terminara el pleno, la Asociación de Periodistas Parlamentarios de Andalucía entregaba por segundo año sus premios, inspirados en esta ocasión en el flamenco, a los diputados que más se han significado, entre ellos los ausentes Javier Arenas (premio Martinete al que más caña ha dado) y Pedro Rodríguez, alcalde de Huelva (Poco se Lucía, por sus escaqueos) que fueron recogidos por dos diputados del PP.
El resto de los premios recayeron en los diputados socialistas José Muñoz (Cante Jondo, por el fallo en la votación de la Ley de Aguas), Rosa Torres (Peteneras, castigo a la prensa) y Susana Díaz (Pitingo, revelación) y el parlamentario de IU Pedro Vaquero (Alegrías, mejor trato a los periodistas).
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