Moreno, que compareció tras la reunión del Consejo de Gobierno donde se analizó el último barómetro que sitúa al PP al borde de la mayoría absoluta en la Comunidad, apuntó que el Gobierno andaluz “comprende” el malestar que está produciendo la crisis y el paro, que los propios encuestados sitúan como principales problemas.
“Es un estado de opinión, no hay que minimizarla ni magnificarla (a la encuesta)”, decía la consejera para admitir que “muchos votantes del PSOE están enojados, detraídos y confusos” ante las medidas que los Gobiernos central y autonómico están tomando para afrontar la crisis económica.
Tras reconocer que ha sido un año “muy duro para todos, sobre todo para los votantes socialistas que probablemente sean los que sufran con más dureza la crisis”, se mostró convencida de que trabajando “sin descanso contra la crisis mejorarán, no tanto las expectativas del Gobierno, sino las de la gente”, un objetivo que situó como prioridad, mientras apuntó que en segundo lugar estará el “convencer y motivar” de nuevo a sus votantes para recuperar la confianza perdida.
Apuntó que ese malestar y el desapego a la política que refleja el IESA, aunque pueden influir muchos factores “porque la realidad es poliédrica”, no se ha traducido “tanto en un despegue o ilusión hacia el otro partido (el PP)”, sino que en su opinión el principal movimiento demoscópico ha sido el aumento de los indecisos “y son votantes socialistas”.
Ante la petición de cambio que refleja la encuesta, Moreno apuntó que en situaciones difíciles “cambio es una palabra talismán” que refleja “el querer cambiar la realidad” y no tanto el Gobierno, “porque muchos de los que quieren cambios dicen apoyar al PSOE, hay que diferenciar entre si el cambio es en el Gobierno o en la realidad”, reflexionaba.
Añadía que aunque ha habido un acortamiento de distancias en determinados parámetros, como quien gestionaría mejor la educación o la sanidad, muchos dicen que el PP lo haría “igual o peor”, por lo “no hay una clara ilusión de que el cambio vaya a venir de manos del PP”, apuntaba.
Además, señaló que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ha consolidado su valoración a pesar de ser ahora más conocido, mientras Javier Arenas, líder del PP, ha descendido en valoración, como el resto.
Explicó que la recuperación de la confianza sólo se hará cuando el electorado del PSOE entienda las decisiones que se han tomado y el trabajo con “seriedad y humildad” que seguirán haciendo para luchar contra la crisis, aunque confió en que “tendremos argumentos suficientes” para recuperar la confianza.
Sí admitió un efecto negativo de la política del Gobierno central en el electorado andaluz y tras reiterar que apoyan sus medidas y respetan las decisiones de José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que los andaluces siempre han diferenciado las responsabilidades de cada Gobierno, por lo que restó importancia a la separación de las elecciones generales y autonómicas, cuya fecha se decidirá en función de mejores expectativas de participación.
Frente a esta visión, Javier Arenas destacó que los andaluces dan al PP “más confianza” que al PSOE para gestionar la crisis económica y para crear empleo, destacando que la encuesta pone de manifiesto que existe un “trasvase de votos” desde el PSOE al PP, y que los ciudadanos ven al PP como un partido “de confianza”.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es