La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha juzgado este jueves a un hombre de 61 años acusado de violar y maltratar a su propia hija cuando la menor contaba entre 14 y 15 años. El Ministerio Fiscal le reclama 13 años de prisión como presunto autor de los delitos de abusos sexuales continuados con penetración y maltrato habitual.
Los hechos, según mantiene el Ministerio Fiscal, sucedieron durante los veranos de 2020 y 2021 cuando la menor se encontraba en el domicilio familiar y el padre accedió entre "siete u ocho ocasiones" a la habitación de la menor donde la violó y la sometió a diversas prácticas sexuales.
También sostiene Fiscalía que el acusado en diversas ocasiones y sin poder concretar el número, le propinó "bofetadas en el rostro y golpes en diversas partes del cuerpo con ánimo de menoscabar su integridad física".
Durante la vista, el padre ha negado los hechos y ha sostenido que la propia menor, que residía en un centro de protección de menores, lo denunció en 2022 y lo hizo por "rencor". Para el padre, el origen de la denuncia de abusos sexuales se remonta a 2019 cuando como padres sorprendieron a la niña grabándose y enviando vídeos de orden sexual a su novio.
Desde entonces, según ha dicho el padre, la menor se la tenía guardada y por eso lo denunció por los hechos que hoy se han enjuiciado en la Audiencia de Jaén.
Por su parte, la madre de la menor, que en 2020 no residía con el acusado por estar en vigor una orden de alejamiento por una denuncia por violencia de género, también ha declarado que su hija ha actuado por "rencor" después de que la descubrieran grabando un vídeo y le intervinieran el teléfono móvil.
La madre ha rechazado que su marido pegara o maltratara a su hija y ha señalado que el día en el que descubrieron lo del vídeo, "no le pegamos, le regañamos".
La menor, que le faltan dos meses para alcanzar la mayoría de edad, ha declarado por videoconferencia. Su estado de ansiedad ha llevado al tribunal a tener que hacer un receso durante la vista, pero en su declaración se ha ratificado en todos los extremos y mantenido la denuncia contra su padre.
Además, de los 13 años de prisión, el Ministerio Fiscal pide que se imponga al acusado la prohibición durante diez años de comunicarse o aproximarse a la menor, la privación de la patria potestad y libertad vigilada durante diez años. A ello se le suma la prohibición durante diez años para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad.
En concepto de responsabilidad civil, Fiscalía reclama que indemnice a su hija en 20.000 euros por los daños morales ocasionados.
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