La responsable de la Unidad de Enfermería de Pruebas Funcionales del centro hospitalario, Ana Belén Moya, informó ayer a Efe de que la iniciativa, pionera en la sanidad andaluza, se ha desarrollado satisfactoriamente, hasta el punto de que los pacientes demandan la factura informativa para procesos para los que aún no se expide.
Hasta la fecha, las facturas se emiten en procesos de cirugía mayor ambulatoria (hernia, vesícula y cataratas) y pruebas diagnósticas cardiológicas y digestivas, y próximamente se ampliará la comunicación a otras intervenciones de cirugía mayor ambulatoria y a pruebas radiológicas.
Aunque los profesionales del centro se esfuerzan en explicar a los pacientes en qué consiste la factura informativa, la mayoría de ellos ya sabe de antemano que va a recibirla, debido a la difusión que ha tenido esta iniciativa a través de los medios de comunicación, según Moya.
De hecho, “algunos -añadió- ya vienen pidiendo la factura para procesos en los que no hay”.
En cuanto a la reacción de los pacientes, la responsable de Enfermería indicó que es diversa: “Unos reclaman la factura, otros la reciben y no abren el sobre, y otros recuerdan que llevan muchos años pagando (a la Seguridad Social)”.
El coste de las intervenciones que se detalla en las mencionadas facturas ha oscilado entre los 16,23 euros de un electrocardiograma y los 1.470 de una operación de vesícula.
Durante el primer mes de aplicación de la factura informativa “se está cumpliendo el objetivo de que fuese un ejercicio de transparencia”, ya que permite conocer el destino de los impuestos, al tiempo que los ciudadanos están “aprendiendo a valorar” este servicio público.
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