El protocolo, suscrito ayer en Sevilla, fija la participación en Banca Cívica en una cuota del 29,1 por ciento para Caja Navarra y Cajasol, del 21,3 por ciento para Caja Canarias y del 20,5 por ciento para Caja de Burgos, han informado en un comunicado conjunto.
También se ha establecido la composición del nuevo consejo de Banca Cívica, con cinco representantes por parte de Caja Navarra, cinco por parte de Cajasol, cuatro por Caja Canarias, cuatro por Caja de Burgos y dos consejeros independientes.
La sede operativa de Banca Cívica se mantiene en Madrid y la sede social se trasladará a Sevilla.
En el reparto geográfico, Cajasol asumirá las zonas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, mientras que el resto de las cajas se mantienen como hasta ahora, lo que supone una red comercial de 1.600 oficinas repartidas por 33 provincias con 9.500 empleados.
La nueva entidad cuenta con unos activos de 78.000 millones, una cartera de créditos por importe de 53.000 millones, el solapamiento de oficinas se cifra en menos del tres por ciento, la solvencia en un 13,2 por ciento, la morosidad en el 4,6 por ciento y el beneficio recurrente después de la integración en 400 millones de euros.
El documento fue ratificado en Sevilla por los presidentes de Cajasol, Antonio Pulido; de Banca Cívica, Enrique Goñi; de Caja de Navarra, José Antonio Asiáin; de Caja Canarias, Álvaro Arvelo, y de Caja de Burgos, José María Arribas, que posteriormente fueron recibidos por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.
En el comunicado, el presidente de Cajasol destacó que esta operación, que cuenta con el respaldo de la Junta, es de “gran importancia para Andalucía”.
También subrayó que se impulsa la denominada “segunda vuelta” en el proceso de concentración del sector financiero y recordó que fueron estas mismas entidades las que lideraron la “primera vuelta”, al protagonizar Caja Cívica el primer SIP bancario y Cajasol la primera fusión interregional del sector de cajas (con Caja Guadalajara).
Antonio Pulido afirmó que es una “operación óptima” para ambas partes por la complementariedad de las redes comerciales y los negocios, la estructura de márgenes un veinticinco por ciento mejor que la media del sector y los riesgos diluidos al no compartir clientes.
Otras ventajas de la operación son la proyección internacional del proyecto, muy cercano a la obtención de la licencia bancaria en Estados Unidos, así como por el modelo de negocio de Banca Cívica.
Según el comunicado, Banca Cívica solicitará hasta 1.100 millones al Fondo de Reestructuración (FROB) para afrontar la mejora de la eficiencia a través de la racionalización de estructuras.
Se prevé que antes de finales de 2010 el contrato de integración cuente con todas las autorizaciones pertinentes, y a partir de ese momento Cajasol se incorporará a un proceso de integración que se “encuentra muy avanzado, al que aportará un importante volumen de negocio, tamaño y red de oficinas, de manera que será un importante impulso para el crecimiento de este grupo bancario”, resalta la nota.
El desarrollo de Banca Cívica está muy adelantado, tanto desde el punto de vista financiero, como organizativo, tecnológico y operativo, lo que permitirá tener clientes propios del banco en la zona común el 1 de enero de 2011.
CajaSur
Por otro lado, la BBK tiene previsto reunirse con los representantes de todos los sindicatos de CajaSur el 2 de diciembre, nueve días después de que la Asamblea General de la entidad cordobesa apruebe la cesión de activos y pasivos a la BBK, aunque este encuentro no se tratará de una mesa laboral formal.
A pesar de que la toma de control efectivo de CajaSur por parte de la entidad vasca no se producirá hasta el 1 de enero de 2011, los sindicatos y la BBK comenzarán a abordar el ajuste laboral en reuniones que no pueden ser consideradas como una mesa laboral, aunque en estos encuentros participen las mismas partes.
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