El conocido sacerdote y teólogo José María Castillo ha fallecido en Granada a la edad de 94 años. Nacido en Puebla de Don Fadrique, Castillo era una figura controvertida dentro de la Iglesia, conocido por sus posiciones a menudo en desacuerdo con las de la Santa Sede.
La discordancia con las doctrinas del Vaticano llevó a que el Papa Juan Pablo II le vetara, una situación que perduró durante tres décadas. Sin embargo, en un giro significativo en 2018, el Papa Francisco le extendió una invitación al Vaticano y le otorgó el perdón de la Santa Sede. Según palabras del propio Castillo recogidas por el periódico Ideal, "lo más importante que me dijo fue una cosa que, en la práctica, venía a neutralizar la prohibición del Papa Juan Pablo II. Fue: 'Le agradezco lo que usted está escribiendo y publicando. Le ruego que no deje de escribir y publicar porque le hace mucho bien a la gente'. Fue muy amable".
Castillo, que se licenció en Teología en la Universidad de Granada y ejerció allí como docente, dejó un legado de numerosas obras publicadas que lo consolidaron como una referencia en el pensamiento teológico. Su muerte no solo representa la pérdida de un clérigo, sino también la de un pensador crucial en la historia contemporánea de la Iglesia.
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