El águila pescadora es una especie migratoria que está recogida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas como “Vulnerable”, al igual que la recoge el Catálogo Nacional, y no se reproducía por dos años consecutivos en la Península Ibérica desde los años 80. Se trata por tanto de un hito que la pareja de ejemplares liberada en 2006 y establecida en el Paraje Natural Marismas del Odiel, que criara tres pollos en 2009, haya regresado a su territorio esta primavera tras pasar el invierno en África, y tenga un pollo que se está desarrollando satisfactoriamente, de los dos nacidos en mayo de este año. La otra pareja de águilas pescadoras que ha criado por segundo año consecutivo está formada por dos ejemplares silvestres sedentarios en el embalse de Guadalcacín en la provincia de Cádiz, donde en 2009 criaron dos pollos y este año han sacado adelante otros tres más.
Los cuatro pollos nacidos en 2010 iniciaron sus primeros vuelos a mediados de junio. Previamente, los técnicos de Medio Ambiente procedieron a su anillamiento para poder realizar su seguimiento.
Posteriormente, tras finalizar el periodo de dependencia de los padres, los pollos iniciarán la migración hacia África y allí pasarán sus dos o tres primeros años de vida. La expectativa es que tras ese tiempo, los ejemplares regresen como individuos adultos y establezcan su territorio de cría en Andalucía.
Medio Ambiente viene desarrollando el Programa de reintroducción del águila pescadora desde 2003, en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas y con el apoyo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural. Desde el inicio, han sido liberados 125 ejemplares juveniles. Del total, 69 fueron liberados en diversos embalses de Cádiz y 56 en los humedales del Paraje Natural Marismas del Odiel en Huelva, zonas que, según estudios realizados por la Estación Biológica de Doñana, presentan los hábitats con mayor viabilidad para establecer poblaciones reproductoras de estas aves en Andalucía.
Los ejemplares que se sueltan en el medio natural andaluz proceden de Alemania, Finlandia y Escocia, países que cuentan con poblaciones estables de la especie, con los que se mantienen convenios de colaboración. Se trata de águilas pescadoras juveniles que son liberadas en el medio natural mediante la técnica de hacking o cría campestre, es decir, que son criadas en cautividad, pero en un entorno adecuado para la especie y se les ha proporcionado comida de manera artificial evitando el contacto directo con el hombre en todo momento. Durante el periodo en cautividad, los pollos van reconociendo el entorno, identificándolo como su verdadero lugar de nacimiento. Cuando están preparados para realizar sus primeros vuelos son liberados y pasan un periodo variable de dependencia en la zona de suelta, durante el cual se les sigue alimentando de forma artificial mientras que se adaptan al nuevo medio y aprenden a desenvolverse por sí mismos de manera paulatina. Al final del verano, inician la migración hacia el continente africano, donde permanecerán hasta llegar a ser adultos.
Se espera que los ejemplares liberados regresen a Andalucía cada año tras invernar en África, para finalmente sumarse a la incipiente población reproductora andaluza, que desde 2009 cuenta con las dos primeras parejas, desde que se extinguiera a comienzo de los 80.
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