La inicial defensa en bloque del plan de seguridad del Loveparade de Duisburgo por parte de organizadores y responsables políticos y policiales apenas duró un día. Ayer le tocaba defenderse a la policía. Mientras se multiplican en internet las páginas en las que los ciudadanos exigen la dimisión del alcalde, Adolf Sauerland, la policía salió al paso de las críticas a las medidas de seguridad que no evitaron la muerte de 20 personas.
Según los resultados de las pruebas efectuadas ayer por los forenses, las autopsias revelan que las víctimas no murieron por caídas sino aplastados. La nueva ministra de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, ofreció los primeros detalles de la investigación que realiza la policía de Colonia y afirmó que las víctimas mortales fallecieron por contusiones en el tórax.
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