El Tribunal comenzó ayer un nuevo bloque de la vista oral, en este caso por la denominada conexión Aki, en el que se juzga a Aki K, según el fiscal, investigado por varios delitos y relacionado con personas con actividades delictivas; además de al letrado y a las dos empleadas del despacho.
El acusado Aki K. señaló, a preguntas de las defensas, que la conexión con el despacho DVA es una sociedad y explicó que tenía unos clientes, que eligieron una casa “que estaba a nombre de una empresa”, cuyos beneficiarios eran clientes del despacho de Del Valle. Luego, en 1997, este procesado representó a la sociedad.
A preguntas de su abogado, negó las manifestaciones de la Policía sobre sus antecedentes penales y apuntó que a partir de 2000 fue objeto de varias inspecciones tributarias. Además, indicó que los ingresos en efectivos se hicieron en cuentas bancarias de sociedades, las cuales “disponen de contabilidad y auditoría”.
El letrado Fernando Del Valle, que también declaró ayer, coincidió con el anterior acusado en que no fue cliente del despacho y explicó que en relación con dicha operación sus clientes eran dos mujeres, que habían adquirido una sociedad panameña “que era dueña de una propiedad”.
Así, indicó que el bufete participó en la creación de una empresa española “donde se aportó la propiedad por parte de la firma panameña” y precisó que “se les aconseja crear una sociedad española porque la panameña no era interesante desde el punto de vista de los costes tributarios”.
Según la acusación, Aki K. ha tenido relaciones, entre otros, con José Manuel Llorca Rodríguez, presuntamente relacionado con el caso Forum Filatélico, que se encuentra en busca y captura por encontrarse en ignorado paradero y que está presuntamente vinculado también con el caso Malaya.
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