Alonso, que firmó en Málaga los convenios de colaboración con los ocho patronatos provinciales de Turismo andaluces, afirmó que ambos organismos internacionales recomiendan que los productos “ganen valor añadido para competir, se apueste por la calidad y se extienda la inversión más allá de la promoción”.
Además, se deben “abandonar las ideas que definieron hasta ahora el modelo y avanzar hacia un producto más innovador y diversificado”, así como “empezar a hablar del turismo desde una perspectiva más global e industrial”, según el consejero, que cree que la OCDE y la OMT “han formulado punto por punto el guión de la política turística andaluza actual”.
“Hemos sido los primeros en emprender el cambio y los primeros en obtener resultados”, afirmó Alonso, “a pesar de la crisis, de la contracción del consumo y de la perjudicial carrera de la libra hacia la paridad con el euro”.
En este sentido, recordó que Andalucía recibió en 2009 más de veintidós millones de turistas y siguió como líder en el turismo nacional, en el que se distanció más de su más inmediato competidor, la Comunidad Valenciana, con ocho millones de pernoctaciones de diferencia entre ambas comunidades.
El pasado mayo, “tras un periodo de inestabilidad”, los establecimientos hosteleros andaluces registraron un incremento de las pernoctaciones de turistas nacionales superior al cinco por ciento.
Llegada ascendente
También destacó que, desde noviembre, la llegada de turistas extranjeros a Andalucía “sigue una línea ascendente” y es “la única comunidad autónoma que muestra desde ese mes un registro positivo en turistas internacionales, con siete meses continuos de crecimiento y una media mensual del 4,6 por ciento”.
Se trata de un “muy buen dato” al que han contribuido el crecimiento de noviembre a mayo en Andalucía del turismo francés un veintiún por ciento, del italiano un 32 por ciento, del nórdico un tres por ciento, del alemán un dos por ciento y del holandés un siete por ciento, apuntó Alonso, que consideró que “ninguna cifra es casual”.
Los convenios anuales firmados ayer con los ocho patronatos provinciales prevén una aportación del gobierno andaluz de 4,7 millones de euros, lo que supone “mantener el compromiso inversor pese a la crisis”.
Esta cifra servirá para ejecutar “programas contra la estacionalidad, apostar por la comercialización público-privada y abrir nuevos mercados y diversificar los existentes”.
Asimismo, se destinará a “apoyar segmentos de gran potencial como el deportivo, el gastronómico o el de reuniones, catalizadores de la fórmula ‘ocio-negocio’ que desea consolidar Andalucía”, agregó el consejero.
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