Alejandro del V. C. se encontraba en la Unidad de Quemados del Centro Hospitalario con el 98 por ciento del cuerpo quemado y con ventilación mecánica tras la explosión de la pirotecnia, en la que fallecieron cuatro operarios, Antonio G. P, Antonio M. R, Juan G. G. y Manuel G. M.
Los trabajadores fallecidos se encontraban en la nave de la pirotecnia cuando se produjo sobre las 13,00 horas y por causas que se desconocen, una explosión, que originó gran cantidad de llamas y humo.
Especialistas en explosivos de la Guardia Civil, así como peritos de la Consejería de Empleo investigan en la pirotecnia las posibles causas de la explosión.
El entierro estaba previsto para hoy sábado, pero las dificultades en la identificación de los cadáveres -por medio del ADN- parece que van a retrasar la ceremonia para el domingo.
Los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla concluyeron ayer al mediodía las autopsias de los cuatro fallecidos del jueves, pero consideraron necesario hacer pruebas de ADN para su identificación.
Como consecuencia de la onda expansiva producida por la deflagración, los cadáveres presentan politraumatismo severo, y a raíz de las elevadas temperaturas se encuentran especialmente afectados, informó la Consejería de Gobernación y Justicia.
Por ello, no es posible su identificación por reconocimiento externo ni mediante huellas dactilares, según constataron los forenses.
Ante esta situación, los médicos afirman que debe emplearse la técnica de identificación por ADN y su cotejo con familiares, lo que requiere un tiempo prolongado de análisis que no será inferior a las 72 horas y que se realizará en Madrid. Toda la documentación se remitirá al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sanlúcar la Mayor, encargado del caso.
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