El presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, en sus siglas en inglés), Iván López, ha manifestado su preocupación por el informe científico a favor de mantener las vedas en el Atlántico oriental, sobre todo por las perspectivas para la flota de Galicia y del Cantábrico.
López ha reaccionado así en declaraciones a EFE a la publicación del dictamen del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES, en sus siglas en inglés), que ha recomendado conservar las vedas a la pesca de fondo en 87 zonas del Atlántico oriental, incluidas las ibéricas.
El responsable de la EBFA, también representante de la patronal española de armadores Cepesca, ha subrayado que el informe deja perspectivas "poco halagüeñas" sobre el futuro de esa prohibición, que incluso podría aumentar el número de polígonos afectados "de los 87 actuales a 105 o a 112" según los escenarios que plantea.
En ese sentido, ha señalado que la situación se anuncia difícil especialmente para Galicia y la costa cantábrica donde "los cierres se multiplican" en el informe, y sobre todo "se genera un problema muy grave" para la flota de bajura.
El CIEM es un organismo que asesora a la Comisión Europea (CE) y en su informe incluye varios escenarios pero López ha apuntado que ninguno es muy esperanzador.
Tras este esperado dictamen, el Comité Científico Técnico y Económico de la Pesca (Stecf) comunitario examinará los datos y la CE presentará sus propuestas, pero según López, los consejos de los científicos apuntan a la probabilidad de una continuidad del cierre de las zonas a la pesca de fondo.
López también ha añadido que el informe también deja constancia de la falta de datos apropiados en la Unión Europea y en ese sentido ha pedido a la CE que tome note.
No obstante, ha abogado por la prudencia y por "ponerse a trabajar duramente de manera técnica" para dialogar con la CE y tratar de que el impacto final de las decisiones en Bruselas no sea tan perjudicial para la flota.
Las polémicas vedas a las artes de fondo, impuestas por Bruselas en 87 polígonos en aguas del Atlántico, están vigentes desde el pasado mes de septiembre y España las ha impugnado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE).
Las restricciones provocaron alarma social en las zonas costeras españolas y el rechazo del sector y de las administraciones.
En la actualidad, las vedas impiden faenar a más de 400 metros de profundidad y perjudican directamente a 59 barcos españoles dedicados al palangre de fondo (a especies como merluza de pincho).
Por otro lado, López ha criticado que, tal y como reconoce el propio CIEM, falten datos para evaluar la situación de los caladeros, y que se esté produciendo el efecto de que los países que más información aportan luego sufren más vedas.
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