Así lo declaró durante la primera sesión del juicio seguido en el Juzgado de lo Penal 3 de Granada por la presunta tramitación irregular del Parque Nevada, en el que figuran otros nueve acusados, entre ellos el promotor de este centro comercial, Tomás Olivo, que también prestó ayer declaración.
Morales Cara, que se enfrenta, al igual que Cañavate, a una petición del fiscal de dos años de cárcel, 20 de inhabilitación y multa de 10.800 euros, mantuvo que para la aprobación definitiva en pleno del plan parcial tuvieron en cuenta los tres condicionantes que fueron acordados verbalmente con los técnicos de Obras Públicas que emitieron el informe "preceptivo, no vinculante".
Esas condiciones eran una modificación vial de 11 a 12 metros, que los aparcamientos proyectados fueran públicos y que bajo rasante sólo se construyeran aparcamientos también de carácter público.
Mostró su convencimiento de que el plan parcial, tal y como se aprobó en pleno, respetaba la legalidad vigente, lo que a su juicio demuestra el hecho de que no fue recurrido por la Junta, que lo que sí hizo con posterioridad fue pedir la nulidad de la licencia de obras concedida a Galerías Comerciales para construir el centro.
En la tramitación municipal del expediente de aprobación sólo constaban un informe favorable de un arquitecto externo al Ayuntamiento e imputado en la causa y dos informes jurídicos: uno de un abogado externo y otro de una funcionaria de Diputación (ambos acusados), de la que Cañavate era vicepresidente primero.
Morales Cara declaró que no existió informe del letrado municipal porque éste no lo emitió, al igual que no emitió -agregó- otros relativos a licencias de proyectos relevantes.
Dijo que él no prescindió del letrado municipal, sino que éste no emitió informe, y admitió que tampoco él lo pidió porque era en todo caso la jefa de Urbanismo la que debía solicitarlo.
El fiscal mantiene que ese informe existió y fue "deliberadamente sustituido" por el ex alcalde porque incluía apreciaciones desfavorables, lo que niega Morales, que dice que si recurrió a los servicios jurídicos de Diputación fue para aportar más claridad.
"Me hubiera gustado que ese informe constara en el expediente porque no estaría acusado de infidelidad en custodia de documentos", indicó el ex regidor.
Admite que faltaba un informe
Admiitó que durante la Junta de Gobierno Local en la que con posterioridad se aprobó la licencia de obras, el secretario municipal advirtió de que no existía informe del letrado municipal, pero no que con ello estuvieran cometiendo una irregularidad.
Con la licencia de obras, el Ayuntamiento fue más allá del plan parcial y estableció "cautelas adicionales", según Morales, que dice que no atendieron a la petición de la Junta de revisar de oficio la licencia por considerar que si la administración autonómica tenía alguna objeción debió haber recurrido en su momento el plan parcial.
En similares términos se pronunció el ex concejal de Urbanismo, que al igual que Morales Cara y Olivo se acogió a su derecho de no contestar a las preguntas de las acusaciones populares, ejercidas por el PP y Ecologistas en Acción después de que los vecinos perjudicados se retiraran ayer del proceso.
Tanto el ex edil como el ex alcalde negaron que tuvieran "urgencia" en aprobar el plan parcial y argumentaron que el expediente se empezó a tramitar en 1996 y no se aprobó hasta 2005.
Por su parte, el promotor aseguró que lo construido se adapta a lo proyectado inicialmente, que la Comisión Asesora de Comercio Interior de la Junta les sugirió, para concederles la licencia comercial, que hicieran unas instalaciones que dieran asistencia a todo el área metropolitana, de ahí, dice, que compraran más suelo, y recordó que en la puesta de la primera piedra la clase política y económica "dio sus bendiciones al proyecto".
Las obras están paralizadas por orden judicial desde 2007, aunque fueron autorizados algunos trabajos de seguridad, a los que Olivo dice haberse ajustado, en contra de lo que mantiene el fiscal.
Según Olivo, que negó haber recibido presiones para agilizar los trámites, "a los promotores -de las viviendas colindantes al centro- y a los compradores les tocó la lotería" con el centro.
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